El momento más importante de la pizca de maíz en el campo “es el almuerzo, cuando las mujeres llegan con la comida, y después de trabajar toda la mañana, te puedes comer ese taco de maíz”, precisa Malena Díaz, quien en medio de las felicitaciones por la exposición, Guardianes del maíz, que tiene en la Cabaña 2 del Centro Cultural Los Pinos, se da tiempo para la entrevista con MILENIO.
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La fotógrafa comparte que su pasión por el maíz y, por ende, el trabajo de investigación que realiza de ese grano, nació “cuando los campesinos de Ixtenco, Tlaxcala me regalaron una trenza con mazorcas de diferentes colores”.
De entonces a la fecha ha dedicado gran parte de su tiempo al estudio del maíz y por ello ha tenido una gran convivencia con los campesinos y su labor.
Sus palabras se materializan en cada detalle de su exposición, la cual gira en torno al maíz, tanto en sus fotografías, como en las intervenciones que forman parte de la muestra:
“Tenemos una instalación de cucharas de madera, que representan las cuchas que mueven los diferentes guisos que se hacen con el maíz”, explica la expositora.
Y al referirse al tema que aborda en su muestra fotográfica, expresa:
“Ha sido una experiencia de gran aprendizaje, conocer el trabajo de los campesinos, que no solo se dirige al maíz, sino a las costumbres que tienen. Por ejemplo, en la pizca el momento más bonito es el almuerzo. Comerte ese maíz que estás cosechando es lo más rico. Y ahí las mujeres tienen una gran importancia. Porque ellas son las que preparan el almuerzo, las que traen la comida. Aunque ahora la importancia de la mujer no se limita a esas acciones, porque también son las que seleccionan las semillas y procesan correctamente el maíz e incluso lo comercializan. De tal forma que el trabajo de la mujer en la cocina y en el campo tiene más peso, porque son las que administran en ambas tareas”.
En papel maíz
La exposición consta de una muestra de poco más de 60 imágenes, 33 de ellas reproducidas en el clásico papel para fotografía y otras 30 en papel de maíz, que ha producido a partir de la técnica que Estebán Silva aplica en su taller de lirio en Michoacán.
“Es un amigo que me llevó un papel de lirio que me pareció muy bonito y artesanal, y le pregunté si se podía hacer con maíz. Llevó la encomienda hasta su taller; y después me llevó ahí para que viera cómo lo elaboraban.
“El taller está en Michoacán, tienen sus ollas, sus prensas y la hoja de maíz, que es el totomoxtle; entonces se hace a partir de la nixtamalizan, después la muelen y hacen el papel. Lo ponen a secar, se plancha y se deja a presión para que quede completamente liso”, explica la fotógrafa al referirse al proceso del papel, en el que ya presenta algunas de las imágenes que forman parte de su exposición, la cual estará vigente hasta mayo.
Durante el recorrido por la exposición también se puede apreciar los diferentes tipos de maíz, y sobresale la diversidad de colores, que Malena explica:
“Es la Diversidad genética, de hecho dimos ese nombre a esta exposición de mazorcas, donde hay más de 50 de diferentes colores de la región Ixtenco; el maíz teozinco, maíz ajo y los maíces de colores son de la familia de Simón y Ana, que he documentado por 7 años; aunque en las imágenes también se puede apreciar la labor de otros campesinos”.
El siguiente paso para la fotógrafa es la producción del papel de maíz en su comunidad, Santa Bárbara, con la intención de ampliar las experiencias que tiene alrededor del maíz que nos representa.
“Mi próximo objetivo es mandar a hacer papel más grande y hacer ampliaciones más grandes de mis fotografías; y la idea es que pueda tener el Taller de maíz en Santa Bárbara para ampliar las experiencias que ofrecemos en torno al maíz”.
Aunque reconoce que “el proceso es complicado, porque primero se tienen que recuperar las hojas, luego hay que nixtamalizarla con cal, como se hace con el maíz para las tortillas; se lava, se tiene que moler, se tiene que poner en unos bastidores para sacar el papel, dejarlo secar y luego ya se plancha, se corta y se guarda. Sí, es un proceso largo y es lo que encarece la fotografía”.
Con este nuevo taller, la fotógrafa busca incluir otro proceso a sus experiencias “para que la gente conozca la realidad alrededor del maíz, desde la siembra, pasando por la cosecha y luego por los diversos usos que se le pueden dar, desde comerte una tortilla hasta la producción del papel de maíz”.
Claves
*La exposición Guardianes del maíz, que consta de una muestra de fotografías y las instalaciones de cucharas y mazorcas, se presentará hasta el mes de mayo en el Centro Cultural Los Pinos.
*En la exposición se pueden adquirir las fotografías impresas en papel de maíz a un costo de $900:00; el paquete incluye la foto con sobre grabado y una mazorca.
*Como parte de las experiencias en la hacienda Santa Barbará en Tlaxcala destaca la nixtamalización, que va desde el desgrane del maíz, cocerlo con cal, molerlo y finalmente saborearlo con una rica salsa.