La poesía tuvo su espacio en la tercera Bienal de Novela Mario Vargas Llosa, a través de dos escritores que no sólo practican la narrativa, sino también la poesía en forma de libro, y de una autora que lo ha hecho en su vida cotidiana: Manuel Vilas y Alberto Ruy Sánchez, al lado de Mayra Montero, unidos también por su cercanía con la literatura erótica.
La lengua y el lenguaje: un viaje de la poesía a la novela, fue el título de la mesa en la que se reflexionó en torno a la presencia del género a nivel del mercado, al tiempo de su necesidad como herramienta de expresión:
“si todo es poesía, menos la poesía, en palabras de Sartre, la puedes encontrar lo mismo en un libro de poemas, que en una película”, a decir del español Manuel Vilas.
“Quizá la poesía te la encuentres donde no se le espera. En la cultura popular anglosajona, los roqueros suelen tener una enorme devoción por la literatura. Se sienten imbricados en el proceso literario, muchas veces directamente con la poesía”.
Mayra Montero habló de su vínculo como lectora con la poesía, su acercamiento más próximo se dio en sus años de periodista, aunque en realidad ha integrado mucho la poesía a su vida diaria:
“soy una especie de vampira traicionera: cuando voy a escribir una novela, me pongo a leer poesía de manera incansable, lo hago para robarme frases, giros o ideas”.
Al mismo tiempo una oportunidad para reflexionar sobre el estado de la poesía en cada uno de los países: en España se ha convertido en un fenómeno mayoritario debido a la presencia de los youtubers y la presencia de las redes sociales, en palabras de Manuel Vilas.
Mayra Montero alertando sobre la caída de los niveles de lectura en favor de las películas o de las series, y “la poesía ha decaído aún más en el favor del público, además de que apenas si quedan librerías en Puerto Rico”, donde la escritora vive en la actualidad.
Y Alberto Ruy Sánchez recordando la fuerte tradición poética en México, “cualquier joven que quiera introducirse en la poesía encontrará ejemplos maravillosos, al tiempo de que existen corrientes y contracorrientes. Incluso, soy más optimista con lo que sucede con la poesía en internet”.