El fallecimiento de Mario Molina, Premio Nobel de Química, "es una gran pérdida, es uno de los mejores ejemplos de la fortaleza y vitalidad de la ciencia mexicana. Es y seguirá siendo un hombre espléndido, un hombre sincero, un hombre cordial con la sencillez del sabio" expresó Enrique Graue, rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) luego de haber hecho guardia de honor ante el féretro del científico mexicano.
Al salir del velatorio, sumamente consternado, el rector de la UNAM, adelantó que la máxima casa de estudios le rendirá un homenaje a Mario Molina el próximo lunes.
- Te recomendamos Despedida a Mario Molina, Premio Nobel de Química Ciencia y Salud
Familiares y amigos acudieron también este jueves a despedir a José Mario Molina Pasquel y Henríquez, Premio Nobel de Química 1995, quien falleció ayer a los 77 años y cuya investigación sobre el cambio climático no ha perdido vigencia.
Mario Molina analizó y estudió, junto con Paul Crutzen y Sherwood Rowland, los cloroflourocarbonos en la atmósfera y sus consecuencias al dañar la capa de ozono.
El científico egresado de la UNAM, sostenía que los científicos estudiaban los problemas que dañaban al medio ambiente, pero que la sociedad era la responsable de solucionarlos.
Por disposición sanitaria debido a la pandemia de covid 19, en la sala tres de la funeraria donde está siendo velado, sólo se permitió la presencia de 15 personas no mayores de 65 años.
Algunos de los asistentes y personal de la propia funeraria, confirmaron a MILENIO que el cuerpo de Mario Molina fue sometido a la aquamación, una técnica novedosa que combina agua y temperatura que permite acelerar el proceso natural de desintegración de las células.
La aquamación es benévola con el medio ambiente, ya que utiliza 90 por ciento menos energía, comparada con la que se requiere en el caso de una cremación.
PCL