En un principio, José Carlos Yrigoyen (Lima, 1976) quiso ofrecer el retrato de una época en la vida política y social de Perú, en especial de fines del siglo XX, aun cuando podría ser de cualquier país latinoamericano y con el paso de la escritura se dio cuenta que se trataba de una historia muy personal, en parte de una generación de peruanos.
“Los 90 fueron especialmente difíciles porque ahí se erigió una dictadura, un régimen autoritario que, en muchos sentidos, nos vendió una paz de cementerios, una bonanza artificial, que la clase media aceptó y se solazó, sin dudas ni murmuraciones. Una época en que ser adolescente fue difícil, quizá el periodo en el que la juventud estuvo mucho menos interesada en confrontar, hasta que las cosas se salieron de control, en el 2000”.
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Esa historia se encuentra plasmada en la novela Mejor el fuego (Literatura Random House), la cual podría considerarse una trama política, pero también de crecimiento, en donde se mezclan la historia con mayúscula y los avatares de un sector que aprende a vivir, o a sobrevivir, en medio de esa realidad.
“Crecí en esa época, un periodo que me marcó: he vivido en un país de violencia y de incertidumbre y esta imposición se cuelan en los destinos individuales, se cuelan en las relaciones humanas. Quería escribir un libro que metaforizara ese periodo de violencia y de imposición por medio de la sexualidad; hay ciertas cuestiones autobiográficas, sin embargo, no son puestas de una manera literal, hay cosas que cambian, que se sesgan: intenté colocar en la novela —no sé si tergiversando, pero sí traicionando—, ciertos elementos reales”.
En su reflexión, el poeta y crítico literario advierte, sin embargo, que se trata de una obra de ficción, no se puede ubicar ni siquiera en el género de la autoficción: no es una novela del todo realista, sino una historia en la que los problemas personales y colectivos se encuentran simbolizados dentro de la vida del protagonista, “porque las cuestiones macro se cuelan en los ciudadanos, en las relaciones humanas, en sus destinos”.
“Me interesaba simbolizar cómo esta realidad política, social, contaminaba, pervertía, degeneraba la visión y la sexualidad del protagonista y cómo el rumbo del país en esos años tiene una correlación con lo que el personaje vive, siente y padece”, a decir de José Carlos Yrigoyen, autor también de Pequeña novela con cenizas y Con todo, contra todos.
La novela Mejor el fuego forma parte del proyecto de Penguin Random House llamado Mapa de las lenguas, a través del cual se busca impulsar la distribución de la mejor literatura de 21 países unidos por el idioma; al mismo tiempo, la historia le sirve al escritor peruano para para reflexionar sobre una temática de nuestro tiempo, como las masculinidades, “no sé si llamarlas tóxicas, pero sí son nefastas, contraproducentes, que limitan y sitian a los hombres”.
“Entre México y Perú hay muchas coincidencias sociales, culturales, incluso, literarias. Cuando digo estas cosas no sorprendo a mis amigos de México, tenemos muchas taras y vicios sociales coincidentes, una de ellos es la masculinidad en la que hemos crecido y que el libro aborda como uno de los temas centrales”.
PCL