Intelectuales, poetas, artistas, diplomáticos y empresarios como Gilberto Bosques huyeron de Europa, de la guerra y del franquismo en 1939, para encontrar en México una nueva patria y una segunda oportunidad.
Con 96 años y a 80 de su partida de España, Laura Bosques, hija del entonces empresario y cónsul en Francia Gilberto Bosques, atesora los recuerdos de su huida para hojearlos seguido.
Fotos, cartas, periódicos de entonces, boletos y panfletos los acumula en álbumes y cajas, a los que recurre cada tiempo.
En algunas fotos se aprecia a su padre, mejor conocido como el Schindler mexicano, con el ex presidente Lázaro Cárdenas; en otras más se observan barcos, el México de entonces y las sonrisas de muchos españoles que hicieron de nuestro país su casa.
Laura Bosques recuerda que ella y su familia se refugiaron por un tiempo en Marsella, Francia, “de donde salieron todos los asilados; ahí había miles que querían salir”.
Su padre Gilberto tramitó un buen número de visas y documentos para que quienes así lo desearan viajaran a México por diversas rutas en buques que atravesaron el Atlántico entre 1939 y 1942.
El 25 de mayo de 1939 partió desde la ciudad de Séte, en Francia, el Sinai, primer buque con refugiados españoles que fueron acogidos en México.
Fernando Serrano, hijo de padres españoles que llegaron exiliados a México y profesor de la Facultad de Derecho de la UNAM, aseguró que el Sinai “tiene una carga simbólica muy particular por tratarse del primer buque que llegó a México, el primer esbozo de las autoridades de México en materia internacional.
“En el buque no viajaban más de 2 mil personas, habían llegado otros muy pequeños cuando cayó el frente vasco en el asedio a Bilbao, pero el Sinai fue el primero reconocido como excursiones colectivas e inició un proceso de acogida en México, como nunca antes. El último de este tipo fue el Miase, que llegó en 42”.
Serrano explica que “la política de refugio que tomó México para los españoles fue sumamente relevante para recuperar el papel que le correspondía por peso, por historia, caridad, ideología y por su posición en el mundo”.
El oficial de Protección de la Acnur, Josep Herreros, señaló que “la experiencia del asilo español en México es histórica, porque dio pie a los instrumentos de protección de refugiados en el mundo”.
Agregó que México ha sido, desde el exilio español en los años 40, “un referente mundial en la protección y el asilo; ahora lo debe ser con los hondureños y centroamericanos”.
CLAVES
MATERIA DE REFUGIO
Según datos del ministerio de Justicia español, 22 mil de los 250 mil españoles que huyeron en ese periodo se exiliaron en México, lo que colocó al país como el número uno en materia de refugio.
LAS BASES
Acnur nace en 1950 y es con base en la experiencia europea tras la Segunda Guerra Mundial que se configuraron muchos de los proyectos sobre refugiados que tenemos actualmente, afirma Herreros.