Cuando la arquitecta y diseñadora de interiores Miariangel Coghlan busca inspirarse en sus momentos de creación, la música siempre está presente. Esa indagación la llevó a adentrarse y plasmar en el libro HOGARES, ambientes sonoros la conexión profunda entre los espacios y los ritmos.
Este, su tercer libro, ofrece una perspectiva única sobre cómo la melodía, el ritmo y la armonía influyen en la creación de espacios habitables y acogedores. Además, sus páginas están acompañadas por fotografías captadas por ella misma o por frases como “La música no es, en esencia, una cosa que se puede emitir en forma tradicional y fija, se compone de colores y ritmos”, de Claude Debussy.
Pero, ¿cuál es la relación entre la música, la arquitectura y el diseño? Miariangel Coghlan responde en entrevista con MILENIO:
“Lo esencial es que la música es una disciplina artística que impacta a una persona, pues cobra sentido cuando es escuchada por alguien; mientras que el diseño cobra sentido cuando el espacio es habitado por alguien. Desde esa perspectiva, creo que tienen muchas cosas en común”.
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La música clásica es un gusto en su repertorio elegido, pero también está presente gracias a la labor de su esposo, el violinista y director de orquesta Gabriel Pliego. Cabe señalar que al proyecto se suma Espacios de México, una serie audiovisual concebida por Mariangel Coghlan y el destacado cineasta José Sierra que será transmitida por YouTube.
¿Por qué profundizas en estas disciplinas?
Cuando decidí escribir esta relación, ahondé en cómo se entrelazan los elementos principales de la música. De hecho, mi esposo me puso a estudiar un libro de Aaron Copland y profundicé en entender cuáles son las partes esenciales que conforman una pieza musical; a partir de ahí elegí los criterios que, desde mi perspectiva, tienen una relación unida al proceso creativo de transformar un espacio.
Así es como llegué a los siete capítulos. En cuanto al diseño, tiene que estar enfocado en la utilidad, y lo más emocionante de hacer diseño es que todas las personas somos diferentes y todo el mundo tiene gustos diferentes, así que puedes explorar distintos lenguajes”.
¿Qué música te inspira?
Mi música favorita es la clásica y mi autor favorito es Bach, creo que es al que más escucho, pero me gusta la medieval y del barroco. Me encanta la música contemporánea, que se conoce poco y hay poca grabada pero me encanta ir a estrenos mundiales a escuchar por primera vez una sinfonía.
Yo creo que de los compositores vivos mi favorito es Samuel Zyman, también Gabriela Ortiz. De hecho, el capítulo Ritmo está dedicado a ella porque creo que tiene una música muy rítmica. Escucho música pop o jazz, pero soy más de música clásica”.
¿Ha cambiado la concepción y la importancia del diseño en los espacios?
Pienso que cada vez hay más conciencia del bienestar y de la salud mental, y esto es muy bueno. Antes no se hablaba de estos temas, pero hoy, después de la pandemia, escuchas cómo aumentó el tema de ansiedad, de depresión, y creo que las personas son más conscientes del impacto que tiene el espacio en el que se habita, en tu vida, en tu bienestar y en tu salud mental.
Yo creo que es algo muy bueno hacer esta reflexión de cómo impacta en la vida diaria el espacio en el que trabajo, en el que duermo, en el que convivo, y eso es algo que a nosotros, a los que nos dedicamos a esta profesión, nos abre las posibilidades de tener más trabajo. Sin embargo, pienso que no solo está acotado para la gente que puede pagar a un asesor profesional al momento de diseñar su espacio, creo que cualquiera puede considerarlo.
En el libro está presente la palabra “belleza”, ¿cuál es tu definición?
Soy obsesiva con el tema de la estética. Pienso que, como decía Dostoievski, “la belleza salvará el mundo”, y creo que predispone a la voluntad y al bien, que no es fácil de describir pero sí se percibe, porque uno sabe cuando se siente bien en un espacio sin decir ‘esto es bello’.
Yo creo que siempre hay belleza si tienes la capacidad de poder verla, porque inclusive hay en las cosas que tal vez pueden considerarse menos valiosas. Para mí, el concepto de belleza tiene que estar presente en el diseño porque impacta en tu bienestar. Tal vez en Hogares, el cuarto libro, abordaré este concepto.
¿La belleza también está plasmada en Espacios de México?
Justamente porque creo que la belleza salvará al mundo, pienso que a este país le hace falta educación estética, ¿en qué sentido? Cuando uno va a otro lugar, por ejemplo a Italia, ellos crecen rodeados de belleza y mueren rodeados de belleza. Pienso ahorita cómo está la ciudad tapizada de propaganda y es deprimente, por eso creo que los diseñadores son tan exquisitos para diseñar. No tenemos a nuestro alrededor apreciación estética porque hay lugares donde ni arbolitos hay, y claro que hay zonas de Ciudad de México donde hay belleza, pero no todos los días se puede estar en esas zonas.
Pienso que hay que educarnos para poder distinguir lo que es bello, porque creo que cuesta lo mismo tener una casa con buen gusto que de mal gusto. Es un tema de tener un nivel estético educado y que uno quiera educarse e ir depurando el gusto.
Tres ediciones: letras, diseño e imágenes
Sobre sus más recientes libros, Miariangel Coghlan dice: “Creo que entre todos hay un común denominador: unión de pasiones. Me encanta vivir rodeada de libros y por eso es que los hago, pero mi quehacer profesional, que es el diseño, es algo que me fascina. Es algo de lo que siento orgullosa, privilegiada y encantada de poder hacerlo, así que reúno mi pasión por los libros, mi quehacer que es el diseño y la fotografía: me encanta capturar instantes bellos o momentos coloridos, entonces tomo fotos y tengo colecciones, y desde el primer libro hasta el actual acompaño mi trabajo con mis imágenes”.
Entonces, ¿México ofrece diseño al mundo?
¡Claro! En ese sentido el proyecto es recorrer la República Mexicana y mostrar los espacios más bellos y emblemáticos y que hablen de este concepto de mexicanidad, que es tan rico. Me interesa mucho mostrar lo que tiene de local o de mexicano, que no sea el cliché de elementos, porque el país es rico en color, en tradición, en artesanías y diseño. Hay tanto que quisiera mostrar.
¿Qué lugares son mostrados en la serie?
En esta primera temporada se grabaron cinco ciudades: Mérida, San Miguel de Allende, Ciudad de México, Puebla y Puerto Escondido, y la meta es sacar un libro de esta temporada. En la segunda serán otras cinco ciudades y mi compromiso es hacer cinco temporadas de Espacios de México.
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