Gustavo Aceves (México, 1957) hizo un trabajo especial para su país y el showroom de Core, un estudio de diseño y arte en San Miguel de Allende. El artista realizó sus famosos caballos en pequeño formato en la exposición titulada Fra-Mmen-Ti, que reúne diversas esculturas con las que ha dejado huella en el mundo.
Aceves, quien ha expuesto en el Coliseo, en los Museos Vaticanos y en la Puerta de Brandenburgo, montó con grúa, a medianoche, una escultura en la azotea del estudio con lo que sorprendió a los asistentes.
Él tiene 30 años viviendo fuera del país, estableció su residencia en Pietrasanta, Italia, y uno de los temas que más aborda en su obra es de la migración, fenómeno que lo dejó marcado cuando estuvo en Nueva York. Cuenta que su experiencia fue de las más fuertes al ver el trato a los mexicanos.
“Por eso me fui de ahí, no soportaba esa desvalorización de la personas. Eso me sensibilizó muchísimo sobre el fenómeno migratorio, todo el proyecto es lo que narro de la migración. Ahora encuentro igual de grave lo que sucede en la frontera norte de México que en la frontera sur, aunque más ignominioso porque estamos bloqueando la migración de los centroamericanos, nos hemos convertido en la policía de los estadunidenses, es vergonzoso”.
Una larga historia
Aceves recuerda sus motivos para trabajar con la figura del caballo y la migración. “Cuando pensé en un proyecto para la Bienal de Venecia quería hablar de la migración; para no hablar de los pobres del mundo, preferí usar la historia de los caballos de San Marcos que hicieron los griegos en Corinto, en 172 años antes de Cristo”.
El artista relata que cuando los romanos conquistaron a los griegos, tomaron esa cuadrilla para colocarla en Roma, en el arco de Constantino. Después cuando se formó el imperio Romano de Oriente, en Constantinopla, trasladan los caballos, pero cuando los venecianos se los llevaron cuando saquearon la ciudad.
“En el momento en que Napoleón toma la ciudad de las góndolas, toma los caballos para mostrarlos en el Arco del carrusel, en París. Lo curioso es que en el momento que los austriacos derrotan a Napoleón organizan un tour con los caballos para mostrarlos en Londres, Nueva York, París, en Bellas Artes, en México, donde yo los conocí en 1981”.
De esta historia nació de la pasión de Aceves por los caballos, que ahora el son el eje de su creación y que comparte en México.
Cuenta que los primeros caballos que creó en Italia los hizo con basura arrojada por el mar y palos carcomidos. Además, dice que en su interés por establecer un diálogo con cada lugar que visita, nunca repite sus piezas.
Contra la violencia
El artista, cuya escultura Resurrección se incorporó en 2011 a la colección permanente de los Museos Vaticanos, asegura que siempre busca aportar algo nuevo, como lo hizo en la exposición El origen de la tragedia, refiriéndose al Holocausto, en Berlín.
“El hombre perdió el respeto a la vida del otro y eso lo vemos constantemente en México, es gravísimo constatar que a diario se ejerce violencia contra la mujer. No es posible que no hagamos algo para frenarla”.
Core se ubica en Pila Seca 8, en San Miguel de Allende.
caov