Inspirada en el manifiesto de poetas franceses del siglo XIX y su idea de liberar las palabras de los libros, Elisa Salas ofrece su propia lectura en la muestra Caligramas posmodernos, con dibujos y esculturas que aluden las vanguardias de los poetas malditos. Muchos murieron jóvenes, a algunos incluso los enterraron en fosas comunes, y no concretaron sus sueños.
“Me pregunté: ¿qué les gustaría ver a los poetas malditos? Teniendo en cuenta lo que ellos soñaban al emitir su manifiesto para sacar las palabras de los libros. Y la respuesta fue que seguramente, como eran muy futuristas, les gustaría ver algo que reflejara los alcances de esa época”.
Entonces decidió apoyarse en la tecnología, por lo que investigó y aprendió a hacer un filtro con realidad aumentada para construir caligramas que se pudieran ver virtualmente y en tercera dimensión dando la idea de que salen de un cuadro.
“Lo que hice fue, a través de un filtro de Instagram o de Facebook, vislumbrar el cuadro, y ya que se ven en el lienzo los caligramas de los poetas, al momento de tocar la pantalla se escucha la voz de Guillaume Apollinaire que fue grabada a finales del siglo XIX en un fonógrafo”.
La obra principal de la exposición es Los poetas malditos, que reúne poemas de cada uno de ellos, cuenta la artista.
Dibujos y textos
Sobre esta última obra, detalla: “Está un poema de Stéphane Mallarmé que se llama Un golpe de dados, ya que a lo largo de muchas hojas fue salpicando las palabras a modo de encontrar nuevas formas de lectura para la poesía, pues eso era lo que ellos tenían la intención de hacer. Se lee también el poema Está lloviendo, de Apollinaire, que me tomé la libertad de incorporarlo a mi composición en el lienzo, el cual está dialogando con los caligramas de los otros poetas”.
En Los poetas malditos se encuentra el caligrama de un niño cayendo y que representa a Paul Valéry; está hecho con su poema El vino perdido. También hay un texto de Marceline Desbordes-Valmore, la única mujer de los poetas malditos y que aparece en un poema de Paul Verlaine llamado A la poesía.
“Las hojas secas que están cayendo del árbol en la obra Los poetas malditos son poemas de Marceline, y la vela del barco es el de Mallermé. De los niños que aparecen, el que está sentado es Apollinaire y el otro es Verlaine”.
Aunque el centro de atención son los poetas malditos, hay un caligrama de Arthur Rimbaud que está formado por su poema La eternidad y uno de la propia Elisa Salas.
“Combiné su obra con la mía porque Rimbaud es mi poeta favorito. También hay otro caligrama de Charles Baudelaire, que unos lo consideran poeta maldito y otros un antecesor que abrió la puerta a esta corriente por sus temas existencialistas, más allá del romanticismo que estaban viviendo”.
La artista, cuya obra forma parte de la Colección MILENIO Arte, también presenta obras suyas de otras colecciones, donde destaca El biombo, en el que se encuentra el poeta mexicano Xavier Villaurrutia.
El sentido de los caligramas
Elisa Salas detalla que el caligrama sí puede entrar en la categoría del dibujo porque es una saturación de palabras, las cuales actúan como patrones, como sería el puntillismo, e incluso se podría hacer con números. La diferencia es que ella incluye textos en sus obras y así conforma las imágenes, por eso asegura que es un dibujo.
Dice que cuando empezó a hacer caligramas nunca se imaginó el alcance que podrían tener, pensó que el día en que se aburriera los dejaría pero ya llevaba nueve años haciéndolos. Y una de sus obras, un caligrama con la imagen de Benito Juárez, se reprodujo como estampilla postal en 2022.
“Esta obra la voy a llevar a la exposición para mostrar el uso tan interesante que se le está dando al caligrama. El de Juárez surgió a raíz de una convocatoria para un concurso del Correo Postal de México para conmemorar el 150 aniversario del fallecimiento del Benemérito de las Américas”.
Cada año que pasa, Salas se apasiona más por los caligramas y en vez de aburrirse ha tenido más curiosidad por experimentar en diversos soportes acrílico, con sellos, en intaglio (muy al estilo renacentista) y con movimiento. La creadora cuenta con 11 exposiciones individuales, 21 colectivas, ocho en museos y seis internacionales.
La exposición Caligramas posmodernos está organizada en la Alianza Francesa de Polanco como parte de la celebración del mes de la Francofonía 2023 y estará abierta hasta el 14 de abril.
hc