“Cada que un teatro cierra, se apaga una estrella”, enuncia el comunicado que signa Christian Cortés a nombre de sus compañeros y que anuncia la lamentable desaparición de Carretera 45 Teatro en la colonia Obrera de la Ciudad de México. Y no podemos dejar de llenarnos de preguntas sobre la pérdida que esto significa en este país tan autodestructivo en donde algunos van a celebrarlo tanto como celebran el fracaso ajeno por encima del éxito propio. Carretera 45 Teatro se asfixió por el mal endémico de este tipo de foros: el pago de rentas imposibles y la ausencia de mecanismos que permitan la compra de inmuebles o la sesión en comodato de alguno para permitir la instalación de proyectos vitales para la ciudadanía.
Luego de nueve años de existencia, Carretera 45 Teatro ha cerrado sus puertas. Levantar un proyecto o “industria cultural” y mantenerlo 5 o 10 o 20 años es una hazaña increíble porque todo está en contra de semejantes iniciativas. La inversión en metálico, en especie, en tiempo de colaboradores cuesta muchos millones de pesos. Ese proceso (que es tejido a mano, prácticamente artesanal) de creación de públicos e incidencia en el entorno tiene un valor que no se puede poner en cifras pero que es inmenso. Perderlo destruye una parte de la red del ecosistema de una sociedad sana. Se esfuma la cohesión barrial o comunitaria que un espacio de cultura genera de manera velocísima. El esfuerzo de construirla cuesta, en cambio, años.
Los foros autogestivos o teatros independientes generan bienestar en sus comunidades, son memoria viva de las mismas y del país, crean empleos directos e indirectos, propician y auspician el surgimiento de nuevas generaciones de creadores, subsidian a colegas que no encuentran cabida en espacios institucionales, no generan burocracia onerosa, son espacios críticos y democráticos, son centros naturales de inclusión y no discriminación, defienden la libre expresión de las ideas, construyen infancias con mejor autoestima y pensantes, promueven una cultura de paz, subsidian el precio de entradas, etcétera, etcétera, etcétera.
Traspunte
Sin respuesta de las instituciones
Hasta el día de ayer ningún funcionario o político de la CdMx o del gobierno federal se ha comunicado con Christian Cortés o el equipo de Carretera 45 Teatro para procurar alternativas que eviten su cierre o propicien su reapertura en otro espacio. ¿A nadie le interesa?