El trabajo de las mujeres ha ampliado la visión de la arquitectura: Elena Tudela

Arquitectura

A propósito de la publicación del libro 'Al amparo de las mujeres', la académica y diseñadora urbana Elena Tudela habla del trabajo de las mujeres en la arquitectura.

Cofundadora de Oru-Oficina de Resiliencia Humana. (Foto: Instagram @elena.tudela)
Ciudad de México /

Durante siglos, la participación de las mujeres ha sido invisibilizada en muchas disciplinas y espacios, tanto sociales como políticos. Si bien esto empieza a cambiar, el caso de especialidades como la arquitectura, el diseño o el urbanismo no ha sido la excepción. En entrevista, la académica y diseñadora urbana Elena Tudela cuenta que la visibilidad de las mujeres en estos campos está creciendo. Como ejemplo, habla de la población estudiantil de la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en donde actualmente más de la mitad de sus estudiantes son mujeres.

Y aunque afirma que no es suficiente, “finalmente empezamos a notar cambios estructurales. Cuando yo estudié todavía no existía ese esquema y hoy sí noto una diferencia generacional importante en las alumnas y aprendo mucho de ellas, de lo que permiten y lo que no cuando dicen ‘esto ya no lo vamos a tolerar’”.

“Creo que de esa manera —agrega— se empieza a cambiar la manera en que entendemos incluso lo que es la arquitectura: se está abriendo el panorama y se está abriendo esa definición para no solo abarcar aquello que se construye como un objeto nuevo, sino a temas de procesos: los procesos que tienen que ver con la construcción de las ciudades, con la construcción de la vivienda. Eso antes no necesariamente era contemplado como la parte central de la arquitectura y hoy sí”.

Así como hoy se piensa y se involucra la visión de las mujeres en estos procesos, también se está trabajando en expandir el alcance y los sectores a los que se dirige la arquitectura, dejando de lado el hecho de que, durante muchos años, esta disciplina solo atendía las demandas y necesidades de los sectores privilegiados.

Plantear preguntas desde la arquitectura y buscar respuestas que atiendan los retos más urgentes que estamos viviendo actualmente son algunas de las ideas que Elena Tudela plantea en el libro Al amparo de las mujeres. Publicado por Arquine, el volumen recopila una serie de conferencias dictadas en el Museo Amparo en donde nueve arquitectas y urbanistas abordan temas como casa, ciudad y comunidad y reflexionan sobre otras maneras de abordar el ejercicio de la arquitectura.

La cofundadora de Oru-Oficina de Resiliencia Urbana explica que no solamente se están atendiendo poblaciones humanas cada vez más variadas, sino que se empieza a complejizar la labor y también las oportunidades de trabajo dentro de estos campos.

“Por ejemplo, ya no solo se toman en cuenta actores humanos, sino también otras especies, tanto de flora como fauna. Y creo que el trabajo que ha hecho la mujer en la ampliación de lo que es hoy la arquitectura ha sido significativo, no por nada los temas ambientales han tenido muy buena cabida en el sector femenino de la disciplina”.

Por otro lado, la arquitectura también se está viendo enriquecida por el diálogo con especialistas de otras disciplinas como la biología, la geología, etcétera. Ya no solo se contempla la visión a nivel ingeniería, sino que ahora se consideran temas ambientales y de ciudad, en donde se incorporan otras miradas y otros saberes, “no solamente desde la técnica, sino también desde la ciudadanía, desde las comunidades con las que estamos trabajando o desde saber cómo se comportan otras especies en los diferentes entornos”.

“Eso cambia la manera en que entendemos la arquitectura y el urbanismo, porque nos obliga a interactuar con elementos vivos y con otras especialidades. Me parece indispensable resaltar que los problemas que se avecinan, por ejemplo, en términos de crisis climática, no se van a poder resolver con lo que cuestan infraestructuras meramente ingenieriles, vamos a tener que echar mano de soluciones que apenas estamos entendiendo. Por ejemplo, lo que ofrece un buen árbol no solo es sombra, ofrece la posibilidad de un corredor ambiental, un mejor microclima, un suelo consolidado… tiene tantas ventajas que es muy importante incorporarlas a nuestro entendimiento de infraestructura urbana”.

¿Cuál es el vínculo entre el ambientalismo, desde la arquitectura y el urbanismo, y el planteamiento de soluciones que proponen las mujeres dentro de estas disciplinas? Elena Tudela dice que una de las aportaciones desde la perspectiva de las mujeres gira en torno a nuevos instrumentos para trabajar en colaboración desde la empatía.

“La empatía es un camino para extender lazos con otras especies y otras comunidades con las que normalmente no establecemos ni siquiera un diálogo, pero con las que sí convivimos, no solamente en las ciudades sino en el planeta. Esas interdependencias son muy valiosas y apenas las estamos dimensionando y ahí el trabajo de muchas mujeres empieza a ser cada vez más fuerte al hablar desde la empatía, por ejemplo, hay muchas que están escribiendo sobre la ciudad de los cuidados”.

Por otro lado, para resolver las problemáticas que viven las mujeres en los espacios, tanto públicos como privados, dice Tudela: “Nos hemos quedado cortos. Se empieza siempre hablando de mujeres y espacio público en términos de seguridad por esta necesidad tan apremiante de resolver esta situación”.

“La seguridad se ha quedado toda la conversación de género cuando solo es la punta del iceberg, es decir, el problema más acuciante a resolver por el grado de violencia en el que estamos viviendo, pero debajo hay también un montón de otras capas que tienen que ver con cómo nos desempeñamos en el espacio público”.

Estas otras capas de las que habla la arquitecta y académica también atraviesan espacios como el privado, en donde la falta de reconocimiento y paga por las labores domésticas y de cuidados, delegadas a las mujeres, contribuyen a la violencia que atraviesa la vida y el desempeño tanto profesional como recreativo de las mismas.

“Son roles que no pedimos que nos encargaran. Reconocerlo es un primer paso, pero se tiene que pensar cómo modificarlos y también qué es lo que aprendemos de las ciudades cuando somos las mujeres quienes nos hemos encargado de toda esa labor social que además es colectiva”.

La relevancia del espacio público, dice Tudela, recae en la colectividad, “no tanto si le pertenece la tenencia exacta de la tierra a un bien común o a un bien privado. Se pueden dar actividades colectivas y de bien público en espacios privados si así se decide”.

En ese sentido, agrega, es en la colectividad en donde las mujeres han tejido lazos y redes de apoyo que les permiten llevar a cabo actividades luchando contra la violencia machista. Para eso, argumenta, se necesitan espacios y plataformas que favorezcan la seguridad y el diálogo.

Desde la arquitectura, concluye Elena Tudela, se pueden empezar a plantear preguntas para impulsar reflexiones enfocadas en la colectividad, “que está algo peleada con la arquitectura en materia de egos, en materia de autoría. Creo que tenemos que empezar a soltar, a aceptar la incertidumbre, a aceptar los cambios ambientales que se vienen y buscar una adaptación. Reconocer la colectividad, reconocer que el trabajo nunca es obra de un solo nombre sino de muchas personas detrás”.

El libro Al amparo de las mujeres se presentará el 30 de marzo en el Centro Cultural Elena Garro del Fondo de Cultura Económica.

PCL

  • Patricia Curiel
  • patricia.curiel@milenio.com
  • Estudió Comunicación y Periodismo en la UNAM. Escribe sobre arquitectura social y el trabajo de las mujeres en el campo de las artes. Cofundadora de Data Crítica, organización de investigación periodística que produce historias potenciadas por análisis de datos.

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