Munae presenta gran exposición de gráfica de Pablo O’Higgins

La muestra que exhibe estampas, xilografía y linoleografía, así como documentos, apuntes, dibujos, fotografías y videos, comparte con el espectador la postura política del artista.

En su obra capturaba la esencia de los trabajadores. (Cortesía : Munae)
Ciudad de México /

Pablo O’Higgins es el más importante litógrafo del siglo XX en México”, a esa conclusión llegó Helga Prignitz, la investigadora de arte que ha estudiado a mayor profundidad al Taller de Gráfica Popular (TGP).

Eduardo Espinosa Campos, especialista del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), hace referencia a esa cita para hablar de la exposición Pablo O’Higgins. Estampas de vida y lucha, a inaugurarse este sábado en el Museo Nacional de la Estampa (Munae).

“Es la más grande exposición que reúne el mayor número de creaciones del maestro, se presentan 112 obras. Yo he podido registrar de manera personal más de 200 obras, solo de gráfica. Esto es importante, porque aunque hay diferentes técnicas como aguafuertes, linografías, xilografía, que es grabado en madera, la mayoría son litografías”, sostiene el también curador de la exhibición.

El dibujante, grabador, pintor y muralista, de origen estadunidense, nacionalizado mexicano (Salt Lake City,1904-Ciudad de México,1983) es recordado a través de su obra gráfica en la muestra divida en los núcleos: Los primeros grabados. Contacto con Diego Rivera, Oficios, Lucha contra los totalitarismos, Defensa de la soberanía y lucha sindical, El proceso de creación; Del mural al grabado y Vida campesina.

La muestra que exhibe además de estampas, xilografía y linoleografía, así como documentos, apuntes, dibujos, fotografías y videos, comparte con el espectador la postura política del artista.

Pablo O’Higgins. Estampas de vida y lucha es muy importante porque al artista lo conocemos más por las obras de caballete y sus murales. Con lo que esta exposición no deja lugar a dudas de que la obra gráfica ocupó un lugar muy especial en toda su producción artística. Él llegó a México en 1924, y tenemos que la obra más antigua es de ese año, no la realizó en México, sino en California, en los Estados Unidos. Y el grabado más reciente lo firmó en 1980, cuando el maestro falleció en 1983. Estamos hablando de la presencia del grabado a lo largo de su vida”.

Para Pablo O’Higgins el arte debía tener una función social, por eso capturaba la esencia de los trabajadores, de los obreros y hasta de las lavanderas en un río.

“Él pertenece a una generación de artistas que tenían muy claro que el arte debería tener una función social, y se puede comprobar en su obra mural y de caballete”

A él le gustaba más dibujar que grabar y así se puede observar en dicha muestra, la cual es relevante porque enfatiza la vigencia de Pablo O’Higgins y los temas que abordó.

En los muros del Munea está la litografía El hombre del siglo XX, realizada en 1933, la cual aparece acompañada de un texto que expresa el sentimiento del propio artista.

“Estábamos revisando la situación del muralismo y su aspecto político, porque creíamos que había reducido su combatividad por la falta de muros. Yo quería ver la posición asumida por Diego Rivera en los murales que realizaba en el Palacio Nacional. Un día fui a verlo y deduje que, en comparación con su obra de Chapingo, la del palacio estaba en decadencia; no encontraba la frescura de sus murales anteriores. Abandoné el palacio preocupado por saber dónde se encontraba el muralismo. Al salir me topé con un hombre que estaba parado frente a Palacio Nacional con la preocupación de aquel que no tiene a dónde ir. Era un cargador. Lo dibujé y fui al TGP popular, dónde lo traslade a la piedra”

Sobre esa obra José Sánchez, impresor del TGP contaba: “Pablo traía su impresión fresquecita, porque tomó la piedra litográfica y luego se puso a dibujar. Nunca hizo una litografía en una sesión, sino en dos o tres, pero está la hizo en una... Solo a la del hombre del siglo XX, no le hizo nada”.

El propio Diego Rivera dijo sobre esta obra: “por limpio de corazón, este bienaventurado ha podido ver al hombre. Por eso su cuadro El hombre del siglo XX —el pelado solitario sobre un fondo vacío— ha sido la expresión luminatoria de la pintura mexicana de caballete emergente del mural".

PCL

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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