La tradición del budismo o buda dharma, cuyos orígenes se remontan a casi 2 mil 500 años, está representada en diversas pinturas, trajes rituales, instrumentos musicales, relicarios, textiles bordados en seda y con hilos de oro, además de esculturas de terracota, madera y mármol, reunidas en la exposición Las huellas de Buda.
La muestra, inaugurada la noche del jueves pasado en el Museo Nacional de Antropología, está conformada por más de 250 obras de arte, que sintetizan los grandes parámetros de esta escuela del pensamiento que es seguida por millones de personas en todo el mundo, incluido México.
En la ceremonia inaugural, el antropólogo Diego Prieto, director del INAH, expresó que Buda une a México y a Los Ángeles, luego de que el Museo de Arte de este condado (Lacma, por su siglas en inglés) prestó a nuestro país parte de sus obras maestras para esta exhibición, al igual que el Museo Metropolitano de Arte de Nueva York (Met).
“El budismo es un pensamiento que contribuye a afrontar los problemas de violencia, intolerancia, discriminación y desigualdad que aquejan al mundo, en especial a estos dos países, vecinos y hermanos”, destacó Prieto.
Subrayó que la exposición está conformada por 250 obras procedentes de 17 países asiáticos:
India, Afganistán, Pakistán, Mongolia, Sri Lanka, Myanmar, Laos, Tailandia, Camboya, Vietnam, Indonesia, Bangladés, Nepal, Tíbet, China, Corea y Japón.
Las huellas de Buda presenta piezas del siglo I antes de nuestra era, hasta el siglo XIX, y está dividida en cinco núcleos temáticos: “Shakyamuni, el Buda del presente”, “Las cuatro nobles verdades”, “Las enseñanzas del Buda: Budaarma”, “Una cosmovisión, diferentes aproximaciones” y “Métodos para el despertar”.
El director del INAH apuntó que esta exposición busca trascender la mera apreciación estética, e invita al público a adentrarse en el significado más profundo de estas piezas, cuya función es “alcanzar la meta ulterior del budismo: la iluminación”.
Antes de recorrer la exposición, Michael Govan, director del Lacma, recordó que en el espacio que dirige se exhibe la muestra Ciudad y cosmos: las artes de Teotihuacan, organizada en colaboración con el INAH. En reciprocidad, ahora se presenta en México esta magna exposición sobre Buda.
Govan precisó que el budismo no es algo del pasado sino, al contrario, es algo muy presente, debido a que su filosofía, su pensamiento y su guía nos pueden servir para enfrentar al mundo. Adelantó que Las huellas de Buda viajará posteriormente para su presentación en la ciudad de Los Ángeles, Estados Unidos.
En su participación, María Cristina García Cepeda, secretaria de Cultura, indicó que esta exhibición hermana a México con las culturas milenarias: “Esta muestra nos brinda la oportunidad de conocer y descubrir el budismo como una tradición espiritual que a lo largo de los siglos ha tenido el camino de luz que habita en las enseñanzas del Buda Supremo, el iluminado”.
Comentó que las obras aquí reunidas invitan a emprender un viaje por la tradición espiritual más antigua del mundo, y que permanece hasta nuestros días como una ética para la humanidad.
“Esta exposición es parte de las acciones que la Secretaría de Cultura ha emprendido para establecer un diálogo entre las culturas milenarias, como muestran otras que hemos organizado tanto en México como en el extranjero, que hablan de que el arte nutre la paz y la armonía entre los seres humanos”, abundó la funcionaria.
Aunque todavía faltaron espacios por montar y abrir al público, en el recorrido por la exposición los asistentes pudieron tocar algunas reproducciones de algunas de las piezas más significativas, que se presentan con la finalidad de que los débiles visuales puedan conocer el contenido de la muestra.
Según la curadora de la muestra, dicha exposición no se centra en una sola figura, sino alrededor de las enseñanzas, el buda dharma, y las experiencias o realizaciones que se adquieren al ponerlas en práctica. Buda impartió más de 80 mil enseñanzas, lo que en Occidente es conocido como el budismo.
La exposición Las huellas de Buda permanecerá abierta hasta octubre próximo en el Museo Nacional de Antropología.