Fue en un campo de refugiados en Francia donde Eulalio Ferrer Rodríguez conoció a quien se volvería su amigo, inspiración, salvador y legado: Don Quijote de la Mancha. El español llegó a dicho sitio en la década de 1930, huyendo de la Guerra Civil Española, y selló su destino en un intercambio: una cajetilla de cigarros a cambio de una edición miniatura de la gran obra de Miguel de Cervantes.
Este suceso desembocó en una de las mayores colecciones artísticas que existen en el mundo sobre el legendario hidalgo y su eterno compañero, Sancho Panza, que actualmente se conserva y exhibe al público en el Museo Iconográfico del Quijote, ubicado en el corazón de Guanajuato.
“(Eulalio) abrió el libro y en sus páginas encontró un destello perenne de luz en medio de la oscuridad y el encierro en el campo de refugiados. Luego de una larga travesía, azarosamente, llegó a México con su pequeño libro en el bolsillo y no se desprendió de él en toda su vida”, cuenta Ángela Piedad, a quien el recinto señala como Coordinadora de proyectos culturales especiales, en una de las paredes de la exposición permanente.
El Museo Iconográfico del Quijote comenzó sus actividades el 6 de noviembre de 1987 y desde entonces no ha hecho más que acrecentar su acervo e impacto sobre la figura del caballero andante. Además, es clave para que Guanajuato sea considerada la capital cervantina de América.
Myrna Quiñones, Germán Valles Fernández, Antonio Rodríguez Luna, Gilberto Aceves Navarro e Iñigo Correón son algunos de los artistas que han sumado pinturas y esculturas a esta colección, donde destaca un mural del mexicano Gabriel Flores que tiene su propia sala, la ‘Capilla Cervantina’.
En la escalera principal del recinto también hay una pieza que llama mucho la atención de los visitantes: la obra ‘Cervantinisimos’, de Luciano Trigos, que recoge a figuras clave en la historia del Festival Cervantino: Enrique Ruelas, Eugenio Trueba y el propio Ferrer.
El Museo Iconográfico del Quijote se encuentra en la calle de Cantarranas número 1, en la zona centro de Guanajuato. Tiene un costo de 30 pesos al público en general y de 10 pesos a estudiantes que lo acrediten con una credencial.
Claves...
Del diario de Eulalio Ferrer“Evidentemente Cervantes creó a sus personajes para que quedaran vivos, viviendo en sus lectores. No puede ser más ilustrativo el epitafio que el bachiller dedicó a Don Quijote: ‘Que la muerte no triunfó de su vida con la muerte’. Esta lección de vida es la que nos hace viajar entre molinos de viento, a Criptana y a Montiel, por las llanuras de La Mancha y por las alturas de Sierra Morena. Quisiéramos convertir las alambradas en encinos y nos encinos en astas de lanza”.
El libro que inició todo
En el museo se encuentra el libro ‘Don Quijote de la Mancha’ que Eulalio recibió a cambio de su cajetilla de cigarros. Entre sus más de 600 páginas incluye varios grabados en blanco y negro, siendo la cubierta el único elemento a color.
bgpa