A pesar de la nueva normalidad implantada por la contingencia ante el coronavirus, la sexta edición del Festival de la Canción Nórdica alcanzó más de los 108 mil espectadores, una cifra histórica para el encuentro multidisciplinario internacional que este año tuvo como sedes varias ciudades. Su directora Gitta-Marie Sjöberg, dio a través de una videollamada un balance del festival que se realizó del 9 al 16 al de agosto y compartió algunas novedades sobre el rumbo que seguirán para el 2021.
El festival terminó hace algunos días, sin embargo, me dice que la emoción perdura.
Fue muy positivo el haberlo transmitido vía streaming este año. Se integraron al equipo de marketing digital colaboradores jóvenes, que construyeron toda una estructura que hizo posible la sexta edición. No teníamos tanto tiempo para prepararlo, porque la contingencia ante el covid-19 creó una atmósfera muy extraña y no sabíamos si podríamos ir a Suecia y hacer el festival o no, tuvimos que decidir si lo retrasábamos o lo hacíamos en las fechas previstas. Así que tuvimos sólo dos meses para prepararlo todo. Nuestra directora de marketing hizo todo lo necesario para que la magia del espectáculo fuera posible.
¿Cómo se ha transformado el festival desde la primera edición hasta hoy?
Empezamos en 2014, en Estocolmo. La primera edición fue de seis días, fue una primera semana de julio, era mitad del verano y tuvimos cerca de 500 personas como público. Poco a poco fue creciendo, el punto fuerte siempre fueron las clases magistrales, nuestro propósito siempre ha sido formar a músicos jóvenes, para nosotros es algo muy importante. El año pasado, nos mudamos cerca de mi pueblo natal en Trollhättan Suecia y tuvimos nuestro primer festival ahí. Larga historia, pero fue genial, fue más fácil para nosotros, no está tan lejos de dónde vivo ahora, vivo muy cerca de Suecia hoy, en Dinamarca, en Elsinor… Usted sabe, el castillo Kronborg en donde vivía Hamlet y todo eso, es un fantástico lugar. Este año llegamos a tener 15 mil personas en las clases magistrales, participamos como profesores cerca de 50 cantantes, hubo también orquestas y grupos de cámara y alcanzamos cerca de 108 mil espectadores, todo fue por internet. Cada vez que terminábamos una edición del festival ratificamos que tenemos un gran tesoro cultural en Escandinavia, que incluye la música de concierto y la música folk, nos dimos cuenta que debíamos seguir compartiendo esto con todo el mundo.
¿Qué es lo que hace especial a este encuentro artístico?
Comenzamos como festival musical y después de las primeras ediciones encontré la forma de que se mezclaran diversas disciplinas artísticas, teatro, música y literatura. La idea central ha sido siempre que se interpreten temas escritos en lenguas nórdicas. Vimos que podíamos crear el tesoro de la canción nórdica y comenzamos a trabajar en ello.
Lo pusimos como condición e hicimos que los compositores trabajaran en este tipo de textos, es decir cualquier compositor del mundo puede venir aquí y compartirnos sus propuestas musicales siempre y cuando se produzcan a partir de textos de escritores nórdicos, queremos que las lenguas escandinavas sean la inspiración. Por ejemplo, los compositores mexicanos pueden venir si trabajan algún proyecto con poetas nórdicos, nacidos en países de la región escandinava: Islandia, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Noruega y Groenlandia. Eso es lo que hace particular a este festival.
Este año las sedes del festival estuvieron en Trollhättan y Göteborg en Suecia, Elsinore Dinamarca, Oslo y Verdal, Trøndelag en Noruega. Esta vez todo lo enlazamos vía streaming.
Actualmente el equipo de trabajo lo integran también Mats Eriksson, Rolf Elamssom, Hans Josefsson, Randi Spets, Fredrik Glans, Mette Borg, Mogens Steinrud, Sten Thörne y Johanna Hallqvist. Los artistas que nos acompañaron fueron Jakob Thonander Glans, los compositores Gisle Kverndokk y Gjermund Larsen, los cantantes Eir Inderhaug, Runa Hestad-Jenssen, Olle Persson, así como los pianistas Bernhard Greter, Jacob Lidakra, Mat Jansson y Trygve Broske, entre otros.
¿Cuáles fueron los mayores retos que enfrentaron en esta sexta edición?
El streaming… (risas) Tuve que aprender sobre el streaming, ese fue el problema más grande, porque de repente tenía que presionar botones para que los eventos se realizaran. Estaba rodeada de técnicos, para poder transmitir lo que sucedía en las cuatro sedes. Todos fueron muy formales, maravillosos, es un equipo de jóvenes brillantes. Soy cantante, y también soy maestra de canto y he tenido muy buena gente talentosa, pero no había tenido este respaldo técnico.
¿Cómo llega esta sexta edición a su carrera, qué otros proyectos realiza?
Mi gran mentor y maestro fue el bajo finlandés Kim Borg. Este año se cumplió su centenario. Los últimos conciertos que tuve antes de la pandemia fueron para rendirle homenaje en Helsinki, Estocolmo y Copenhague al lado de otros diez cantantes e instrumentistas. Regresé a casa el 11 de marzo, cuando todo se cerró aquí por la pandemia. El panorama este año es triste porque he cancelado muchos conciertos. Espero pronto se reanuden las clases y algunos conciertos aquí en Dinamarca, Islandia y Noruega, en octubre estaré ahí en un festival y preparo lo que interpretaré en el Festival de ópera de Copenhague 2021.
¿Usted que ha cantado en poco más de 20 idiomas, qué repertorio llevará a Copenhague?
No lo sé con exactitud. Aún estoy decidiéndolo he interpretado muchas veces Madama Buterfly, varias óperas de Verdi y Puccini, otras rusas y algo de Wagner…
Y el Nordic Song Festival, ¿Qué rumbo llevará en 2021?
Confío en que lo realizaremos de manera presencial y volveremos a transmitirlo por internet, como lo hicimos este año, que nos vean nuestros amigos de Europa y de otros continentes, el invitado es Noruega.
La cita será del 10 al 21 de agosto de 2021. La pandemia ha servido para diseñar mejor nuestro sitio web y toda la información, incluso los conciertos realizados este año se encuentran en la dirección www.nordicsongfestival.com.