Como parte de las celebraciones de esta época, el Antiguo Colegio de San Ildefonso presenta uno de los nacimientos más grandes que se puedan admirar en Ciudad de México, conformado por más de mil 100 piezas.
El Nacimiento de Amparo Espinosa Rugarcía, integrado por el pasaje de Belén y por 50 diferentes momentos del Nuevo y Antiguo Testamento, puede admirarse en una de las edificaciones distintivas del Centro Histórico.
Las piezas fueron elaboradas a lo largo de más de medio siglo por el artesano veracruzano Felipe Nieva, quien recibió el encargo de parte de la familia Ashby, relata a MILENIO Jonathan Chávez, coordinador de Voluntariado y Servicios al Público del Antiguo Colegio de San Ildefonso.
Orígenes de una tradición
San Francisco de Asís fue el pionero en escenificar, con personas, el nacimiento de Jesús, aunque las primeras representaciones plásticas de la Sagrada Familia con la Virgen, el niño y José se realizaron en Italia, incluido el diseño de estatuillas en mármol.
Esa tradición llegó a México durante la Colonia, convirtiéndose en una costumbre aristocrática, pero con el paso del tiempo se volvió una tradición popular, en la que trabajaron artistas como Felipe Nieva.
Chávez explica que el nacimiento se despliega en diversas vitrinas en los espacios de la capilla y la sacristía del Antiguo Colegio de San Ildefonso. A manera de diálogo con el nacimiento de Amparo Espinosa Rugarcía, se creó una instalación sonora inspirada en la obra del artesano.
“Francisco Eme se dio a la tarea de crear una instalación sonora que invade todo el espacio de la sacristía, con los sonidos inspirados en el trabajo de Felipe Nieva, quien a su vez tuvo como referencia los grabados de Gustave Doré para realizar su nacimiento. Eme también hace una síntesis semejante para evocar el trabajo realizado por Nieva durante siete décadas, ya que se le encomendó por primera vez ese trabajo cuando tenía 17 años y murió a los 90”, detalla Chávez.
Para complementar la exposición, se integró una instalación fotográfica que abarca con los personajes de la colección.
Proceso artístico
Nieva trabajó alrededor de un año en la elaboración de cada uno de los pasajes que se muestran en esta exposición, indicó Chávez.
En las cédulas informativas se explica que el proceso empleado por el artesano fue iniciar con el “esqueleto” de los personajes, realizado con alambre, para luego moldearlos en arcilla o barro. Posteriormente, las figuran se metían al honor para su cocción.
Cuando las piezas estaban listas, les aplicaba pintura acrílica y al final las barnizaba. Con el transcurrir de los años, Nieva recurrió a materiales con los que logró captar mejor las facciones de los rostros de los personajes, de acuerdo con la iconografía religiosa.
Fue así como el artesano veracruzano logró durante la primera mitad del siglo XX realizar más de mil figuras de barro, creadas con ingenio, creatividad y perseverancia.
El público podrá disfrutar algunos pasajes del Antiguo y Nuevo Testamento como: Adán y Eva en el Paraíso, el Arca de Noé, Sansón luchando contra el león, David venciendo a Goliat, la anunciación a María del nacimiento de Jesús, San José pidiendo posada, el Nacimiento del niño Jesús y la visita de los Reyes Magos.
Evocación de la infancia
Este nacimiento tiene una historia singular. Cuando Amparo Espinosa Rugarcía era niña, en diciembre lo veía montado en la calle de Pomona en la colonia Roma. Fue tal su fijación que cuando creció y tuvo suficientes medios económicos, lo adquirió en 1981.
A partir de ese momento el nacimiento se ha mostrado en México y en Estados Unidos, e incluso fue exhibido en la ex residencia oficial de Los Pinos durante los gobiernos de Miguel de la Madrid Hurtado y de Carlos Salinas de Gortari.
Por más de una década se mostró en el Museo Amparo de Puebla, además de montarse en el corporativo de Bancomer, cuyo director era el padre de Amparo Espinosa.
La muestra organizada por el Mandato Antiguo Colegio de San Ildefonso, en colaboración con Fundación Amparo y Manuel (AMMA), podrá admirarse hasta el 3 de febrero de 2019 en Justo Sierra 16, Centro Histórico de Ciudad de México.
Verosimilitud
En algunos pasajes, Nieva incluyó otros materiales con los que logró recrear con gran verosimilitud a los personajes y escenarios en que las historias se desarrollan.
Otros materiales
El artesano utilizó alambre para elaborar bastones, lanzas y aureolas; madera para sillas, mesas y carretas, y tela para los mantos y cojines, entre otros elementos que le dan vida.
Dinamismo
Más de un millar de piezas de barro pintado, de estilo figurativo-expresionista, lograronn escenas representadas con rigurosa gestualidad, policromía y dinamismo que perviven hasta nuestros días.