No soy creyente de la agramaticalidad: Gonzalo Celorio

A partir del 1 de marzo será el nuevo director de la Academia Mexicana de la Lengua.

“Estas formas en las que se termina en ‘e’ me parecen terriblemente artificiales”, dice el autor de ‘Y retiemble en sus centros la tierra’. (Archivo)
Jesús Alejo Santiago
Ciudad de México /

En octubre de 1996, Gonzalo Celorio leyó su discurso de ingreso a la Academia Mexicana de la Lengua (AML), donde ha fungido como tesorero, secretario y presidente de la Comisión de Consultas, pero a partir del 1 de marzo se convertirá de manera oficial en su nuevo director.

“La Academia en la actualidad, a diferencia de lo que ocurrió cuando las instituciones se fundaron en el siglo XVIII, ya no tiene el cometido original de limpiar, fijar y dar esplendor, sino más bien es una institución que atiende con mucha delicadeza, con una observación rigurosa, los cambios y las modificaciones que sufre la lengua española, en particular las modalidades mexicanas, como organismos vivos que son”.

En entrevista con MILENIO, el autor de títulos como Y retiemble en sus centros la tierra, Tres lindas cubanas o El metal y la escoria reconoció que la AML ha dejado de ser una institución absolutamente conservadora para estar muy atenta a las modificaciones, a los cambios que la lengua, como organismo vivo, sufre, lo que no significa que la academia no preserve la normalidad de la lengua española “en aras de su unidad y de su inteligibilidad”.

RETOS DE LA INCLUSIÓN

Bajo esa perspectiva, Celorio habla de la importancia de dar mayor visibilidad a las mujeres a través de un lenguaje inclusivo, si bien la manera en que se desarrollan esos esfuerzos muchas veces “es desacertada”.

“Hay que reconocer, y eso no se ha asumido suficientemente, que el único género excluyente no es el masculino, como se suele pensar, sino el femenino: si digo ‘las niñas’ nunca se incluye a los niños, pero si digo los niños, en principio incluyo a las niñas. Cuando se dice ‘las niñas’ no hay ningún tipo de ambigüedad, están excluidos los niños”.

El lenguaje inclusivo es uno de los desafíos de la lengua española y no solo en México, sino en distintos países hablantes se mantiene como una de las preocupaciones más importantes. El escritor asegura que la lengua misma va a dar cabida a todas estas nuevas expresiones, lo que no puede hacer es reaccionar por imposición dogmática, si bien se manifiesta contra lo agramatical.

“Hay que ver de qué manera se modifica todo esto, pero es cierto que el origen del problema es absolutamente respetable; sí creo que resulta necesario darle visibilidad a las mujeres y la lengua, ciertamente, ha adoptado actitudes machistas, que no se deben a la lengua misma, sino a la sociedad a la que representa esa lengua, terriblemente machista. Cuando las cosas cambien en la sociedad también tendrán su impacto en la lengua”.

MECANISMOS DE LA INCLUSIÓN

Aun cuando Gonzalo Celorio no se siente muy cercano a lo que define como “desdoblamientos artificiales”, acepta que hay algunos que ya han entrado en la lengua sin mayores sorpresas, como es el caso de “señoras y señores”; lo que ya no acepta de la misma manera es el uso de frases como “los ciudadanos y las ciudadanas”, además de larga poco económica. “Lo que sí es verdaderamente atroz es decir ‘las y los ciudadanos’, porque entonces ahí hay una situación agramatical, en la que se pierde la concordancia de género, lo que es atentatorio con la gramática”.

Uno de los problemas es que esos desdoblamientos suelen producirse cuando hay un micrófono de por medio, cuando se usa la lengua de una manera formal o políticamente correcta, mientras en los diálogos más cotidianos no se dan ese tipo de reacciones.

“Hay mecanismos como el uso de la arroba y eso es impronunciable, y si la escritura no es otra cosa que la representación convencional de la lengua oral, esa arroba me resulta muy incómoda porque no hay manera de pronunciarla. También estas formas en las que se termina en ‘e’ me parecen terriblemente artificiales.

“No creo en la agramaticalidad y en este artificio por ser políticamente correcto, que nos llevaría a decir cosas tan aberrantes como ‘La perra y el perro son la mejor amiga y el mejor amigo de la mujer y del hombre, indistinta y no siempre respectivamente’”, en palabras de Gonzalo Celorio, quien el próximo 1 de marzo se convertirá en el nuevo director de la Academia Mexicana de la Lengua.

CLAVES

UNIDAD
El español “conserva de manera milagrosa su unidad: puede recorrer 22 fronteras sin perder inteligibilidad”.

ENRIQUECIMIENTO
“No soy enemigo de que se incorporen a la lengua española voces procedentes de otras lenguas”.

VIGENCIA
“Muchas voces resultan pasajeras y cuando entran al corpus mayor de la institución es porque solventaron su vigencia”.

TILDE
“Mandé a hacer una camiseta que decía ‘Él sólo no está solo’. Soy un defensor de la tilde en el sólo adverbial”.


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