Objeto de estudio

LA CRÍTICA/ESPACIOS

Según el teórico estadunidense Michael Hays, la relación óptima entre la forma arquitectónica y la cultura donde se origina es la correspondencia directa entre ambas.

La arquitectura busca espacios funcionales. (Foto: Especial)
México /

En muchas disciplinas artísticas, como la literatura, la cinematografía, la fotografía y la arquitectura, es indispensable contar con objetos de estudio para realizar las obras. Los libros de ficción y reportaje requieren de temas e investigaciones extensas; así sucede también con las películas, ya sean documentales o fantásticas, y desde luego con la fotografía, la cual retrata objetos concretos. La arquitectura se apega necesariamente a la satisfacción de las necesidades de espacios funcionales para las actividades de los usuarios. Además de su valor simbólico, una obra siempre es casa, escuela, hospital, aeropuerto, etcétera, además de ser arquitectura.

Existen otras expresiones que se apoyan en la materia, pero cuyos modos de representación pueden ser abstractos, como la música, la pintura y la escultura, además de otros medios que se utilizan para el arte conceptual, como la escritura, el video y la fotografía. Dichas artes no requieren necesariamente de objetos de estudio; se puede decir que son medios de expresión del “arte por el arte”.

Según el teórico estadunidense Michael Hays, la relación óptima entre la forma arquitectónica y la cultura donde se origina es la correspondencia directa entre ambas, en la cual la primera representa con claridad los valores de la segunda. Este fenómeno solo puede ser observado en retrospectiva, ya que el historiador se ve obligado a interpretar el significado original de la obra en su contexto espacio-temporal. Peter Eisenman parece haber encontrado en 1979 un caso en el que el proyecto crea la posibilidad de ser abstracto y así convertirse en una forma de “arquitectura acerca de la arquitectura”. Eisenman expone el caso de la Maison Domino, un proyecto de Le Corbusier que nunca fue construido pero que sienta las bases de la vivienda industrializada, de la producción en serie de casas. En su texto, titulado “Aspects of Modernism. Maison Dom-ino and the Self-Referential Sign”, el autor se refiere a Le Corbusier como un diseñador auténticamente modernista por el hecho de su capacidad de crear arquitectura como un signo autorreferencial, autónomo de cualquier forma precedente e independiente de cualquier referencia al pasado.

El legado abstracto de Le Corbusier y otros modernistas, como Mies van der Rohe, sigue presente en la práctica actual de algunos arquitectos, como el propio Eisenman y Frank Gehry, ya que persiste aún en ellos la motivación de disociar la arquitectura de su propia historia y de crear proyectos independientes de la cultura contemporánea, edificios cuya forma sea insólita y abstracta.

  • Lorenzo Rocha
  • arquitectonicos@gmail.com
  • Arquitecto mexicano y maestro en teoría crítica. Su interés se centra en el uso experimental del espacio. Autor de los libros Arquitectura crítica y Comunidad en obra, el más reciente.

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