Lucinda Urrusti hilvanó su arte en los lienzos eternos que deja tras su partida, algunos de los cuales se pueden ver a partir de este miércoles en el Museo Kaluz.
La maestra Lucinda Urrusti (Marruecos,1926-México, 2023) se encontraba delicada de salud y no alcanzó a ver esta muestra. La artista murió el sábado pasado.
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En Miradas afines: Lucinda Urrusti y Sylvana Burns se aprecia la obra de la gran artista al lado de su nieta fotógrafa. A través de 38 pinturas, dibujos, grabados y fotografías que abordan el desnudo femenino se establece un diálogo entre dos artistas de diferentes generaciones.
Karen Cordero, curadora de la exhibición, asegura que el legado de Urrusti está en su lenguaje, en sus creaciones, con las que se debe celebrar la vida.
“El legado de la maestra Urrusti es su obra, con toda su riqueza y diversidad, sobre todo con ese aspecto que es poder mostrar las experiencias subjetivas, cómo se van desarrollando en su propio diálogo con las temáticas y la materia misma del arte”.
Cordero, historiadora de arte, subrayó que Urrusti transformó la línea y la luz de una manera que dio como resultado imágenes muy particulares.
Dos generaciones
Además de los desnudos se presentan obras distintas. Entre ellas hay una serie de retratos como los que se encuentran en El Colegio Nacional, que tienen una precisión exacta de las caras aunque, explica Cordero, luego empiezan a difuminarse esas representaciones.
“Desde hace siglos, la representación del desnudo femenino ha sido un vehículo que se ha manejado principalmente desde una mirada patriarcal, de ahí que la muestra se enfoque en las propuestas estéticas de dos artistas de diferentes generaciones”.
Urrusti no participó en la selección de la obra, aclaró la curadora, porque “ya estaba muy grande, desafortunadamente yo ya no pude platicar con ella sobre esta exposición, más bien tuve diálogo con su nieta Sylvana”.
Sobre el desnudo femenino, dice no fue un tema que abordara en sus pláticas o entrevistas, “pero se puede ver todo el trabajo que realizó. La mayoría de las obras en la exhibición las hizo a partir del año 2000, aunque hay algunas de los 70”.
Sobre el desnudo en la obra de Urrusti, la especialista dice: “Ella tuvo un interés particular por la exploración, por el interés de la experiencia corpórea”.
Compartió que a la artista, que llegó a México tras el exilio español, no le gustaba fechar sus obras, lo cual es un problema para los historiadores de arte. “Pero con ayuda de la familia pudimos establecer fechas aproximadas de los cuadros que ahora se presentan, además de que nos guiamos por la época en que los creó”.
Hilvanando arte
Erik Cámara, museógrafo y curador del Museo Kaluz, dijo que la inspiración de Urrusti tuvo que ver con el hecho de que su mamá fuera costurera. Esa referencia se puede ver en sus obras “porque algunas de ellas parecen hilos y logra algo intuitivo”.
Jaime Moreno Villarreal, al escribir sobre la obra de Urrusti, dice: “Ese trazo filamentoso que deja hebras al aire pero ata cordones de movimiento para descifrar los cuerpos desnudos, que urde hilvanes de colores como trenzando o haciendo uso de un ganchillo, marca los momentos en que el dibujo y la pintura se reúnen para alumbrar la luz”.
Miradas afines: Lucinda Urrusti y Sylvana Bruns se presenta en el contexto de la exposición (Re)gerando… narrativas e imaginarios. Mujeres en diálogo, que ofrece una lectura, desde la historia del arte feminista, de obras de mujeres de la Colección Kaluz.
La exposición Miradas afines: Lucinda Urrusti y Sylvana Bruns está abierta al público en Avenida Hidalgo 85, en el Centro Histórico de Ciudad de México.
PCL