La historia surgió de la pluma del escritor Francisco Hinojosa, un libro que a más de 30 años de su primera edición sigue vigente no solo a través de sus páginas, sino también en su representación en otras disciplinas artísticas.
La peor señora del mundo se centra en un personaje peculiar: “una señora gorda, grotesca, peluda, malhumorada”, cuenta Martha Torres, quien adaptó la obra homónima al teatro.
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La también directora de la puesta escénica y creadora de la compañía Animista Teatral, celebra 12 años de su representación: un camino que le ha resultado de riesgo, crecimiento y aprendizaje, sobre todo porque el texto dedicado para niños no está escrito en un lenguaje teatral.
“Cuando no está visualizado por el autor para una obra escénica, el trabajo corre totalmente para la persona que lo vaya a adaptar. Esa fue la labor a la que me dediqué durante un tiempo, y siempre he dicho que si estás leyendo un cuento y lo empiezas a visualizar escénicamente, se puede trabajar para el teatro. Esa es la forma en que trabajo”, dice Martha Torres en entrevista.
Sobre la adaptación teatral asegura que fue un gran reto “porque puedo decir que en el cuento se nombran a 40 personajes: se habla de cinco hijos, de un lechero, un policía, un bombero, cantidades de animales, entonces uno se cuestiona: ¿cómo voy a llevar eso a escena? La magia del teatro es la que te va guiando”.
La adaptación, agrega, “parte de la historia de dos chicas que quieren contarle un cuento a los niños y lo hacen a través de una maleta vieja de la abuela que fue actriz, y en la que hay títeres, vestuario, sombreros y una infinidad de cosas escénicas, pero en esa maleta también está el libro de La peor señora del mundo; cuando lo abren cobra vida el personaje y gracias a lectura e ingenio logran que esta perversa mujer haga las cosas malas más buenas del mundo”.
De las letras al foro
Este 2 de abril se develará la placa por los 12 años en escena, un evento donde estará presente Francisco Hinojosa, su autor, quien desde el momento que supo que se quería llevar a escena su historia, aceptó y dio su autorización.
“Nos ha hecho excelentes comentarios de la puesta en escena y a él le gusta mucho Animista Teatro porque, sobre otras adaptaciones, me dice: ‘Escénicamente quieren contar el cuento, y de pronto están los cinco hijos, sale un bombero, quieren contar el cuento de forma literal’. Realmente aquí es una puesta en escena donde nos valemos de todos los recursos que nos puede brindar el lenguaje teatral; la magia del teatro realmente creo que es el elemento en que logramos complementar la historia que nos está ofreciendo el maestro Hinojosa”.
Sobre dirigirse al público infantil y la razón del porqué es una historia que sigue vigente, la directora considera que al presentar un personaje diferente, una señora con rasgos grotescos, “a lo mejor se identifican los niños. Yo siempre les digo a los papás que a los niños los queremos ver color de rosa, y justamente todos tenemos una parte que nos gusta la travesura, la maldad, y ese personaje es así; creo que ahí está el gancho con el que el maestro Francisco Hinojosa logra atrapar e interesar a los niños con esta historia”.
“Cuando un niño se acerca a una actividad artística, de seguro en otras áreas también, pero en la mía que es el teatro, hay un antes y un después. Hay que invertirle y apostarle para que los niños se acerquen a las actividades artísticas, que son fundamentales, sobre todo en este país. Creo que podría ser una diferencia socialmente si todos pudieran tener acceso y acercarse a estas actividades”.
Para Martha Torres, quien lleva 30 años impartiendo clases de teatro para niños, es importante “respetarlos y tener cuidado de cómo las actrices se conducen con el público, de tener una escenografía de calidad, tener cuidado con el lenguaje. Lo que también hemos aprendido es que se puede hacer teatro independiente, echando a volar la imaginación, la creatividad y siendo honesto con el público”.
La peor señora del mundo cuenta con la actuación de Angélica Escamilla, Brenda Aragón, Valeria Ibarra y Sandra Montes de Oca, y se presenta los domingos a la 13:30 horas en La Teatrería.
PCL