Miguel Celestino es fotógrafo, publicista y artista mexicano, quien por “suerte”, asegura, fue invitado a exponer su obra en la exposición Zapomniani (Los olvidados) en la galería Ogrodowa, en Lódź, una ciudad del centro de Polonia.
Esta muestra colectiva que comparte del 20 al 26 de mayo, con el creador colombiano Julián Ramírez, sobre el misterioso tema de la muerte, se desarrolla en la semana mexicana “Tu taco lleno de cultura”.
“Mi colección no tenía en dónde exponerla, no sabía bien qué iba hacer con esa serie de fotografías, y un día de repente me contactaron de la organización Unamos culturas, con sede en Polonia. Todo sucedió porque al fotógrafo al que habían invitado les quedó mal”, indica Celestino.
Unamos Culturas difunde en redes sociales que la exposición “presenta dos enfoques diferentes y hasta contradictorios del Día de Muertos: Polonia por un lado y México por el otro. Sin querer juzgar moralmente lo que es mejor o peor para ninguna de estas culturas, pero solo con el propósito de compartir rituales asociados a ese momento que tanto nos asusta, del que tan precipitadamente huimos y nos escondemos”
Miguel Celestino reitera que la suerte llevó su trabajo fotográfico a Polonia, dice que envió su serie Los olvidados y les gustó mucho a la organización Unamos culturas, aunque también le pidieron que si podía producir una colección de catrinas. Empezó a desarrollar la colección de catrinas para mandarla, y se trasladó a Pátzcuaro, Michoacán el Día de Muertos y tomar un poco más de inspiración.
“Las imágenes de Los olvidados son en blanco y negro, porque fueron tomadas en Icamole, en Nuevo León, en un lugar abandonado, y le puse máscaras para representar esa parte de las personas sin rostro en lugares casi destruidos. Por eso eran como los olvidados, y esa es la contraparte de la tradición de México de las Catrinas, que es una tradición muy bonita que me encanta nuestras, por eso mismo fui a Michoacán para conocer y hablar con las personas de los pueblos, con la intención de que me platicaran sus historias, donde me tocó ver tumbas olvidadas sin decorar, fue como decir, también aquí existen Los olvidados”.
Precisa que no pudo acudir a la apertura de la exposición la cual estuvo a punto no inaugurarse por la incertidumbre que se vive ante la invasión de Rusia a Ucrania, ya que Polonia está muy cerca, y porque en la ciudad hubo mucho movimiento de refugiados.
En un video comparte que “En la vida algo tan normal como es la muerte, es universal, afrontado por todas las culturas, para cada uno a su manera, por lo que he captado la belleza de cómo se vive el duelo influenciado por nuestras tradiciones”
-¿Cuántas imágenes se exhibiendo en tu exposición en Polonia?
Son dos colecciones: Las catrinas con 16 fotografías a color, y Los olvidados está conformada por 15 imágenes en blanco y negro, en total son 31 fotos en total.
Si las máscaras ocultando los rostros, es por un juego de sombras y luces principalmente en blanco y negro.
-¿Cómo fue la curaduría?
Es muy interesante porque en la galería se entabló un diálogo entre Polonia y México, y mis máscaras se exponen al lado de fotógrafo qué se llama Julián Ramírez, quien expone sus imágenes de los panteones en Polonia.
-¿Qué es lo quieres compartir?
Un poco antes de la exposición me había metido más a checar lo que México tiene para ofrecer porque tenemos una cultura muy rica y me gusta la idea adaptar esa cultura a lo más contemporáneo. Realizamos unas máscaras para poder ponérselas en el rostro a las personas, es como jugar con lo irreal y lo real.
Y además
La intención de Celestino, quien desde hace una década hace fotografía, es llevar esta exposición a Valladolid, aunque también anda en busca de una lugar para exhibir su obra en Monterrey, Nuevo León.
Desde que conocí la fotografía en la universidad, en el Centro de Artes Audiovisuales de Guadalajara, me enamoré de ella y es algo que nunca he dejado de hacer, tengo cuatro cámaras de rollo, una Polaroid y un par de digitales, porque la fotografía es mi pasión.