Arcos, galerías y pinturas en vez de oberturas y arias. La Ópera de Viena se ha reinventando y modificado su oferta cultural para poder recibir público como museo y sortear así las restricciones por el covid que mantienen cerrados desde hace casi cuatro meses los teatros en Austria.
Aunque las actuales medidas sanitarias impiden que haya espectadores en las funciones (que se retransmiten por internet o en la televisión pública), los responsables de la Ópera han diseñado una visita guiada gratuita durante los fines de semana, aprovechando que los museos sí pueden recibir público desde hace dos semanas.
“La Dirección ha decidido que tenemos que volver a estar presentes, tenemos que volver a tener público” explica César Pérez, que lleva más de 20 años trabajando de guía en la Ópera. “Lo importante es que la gente se acuerde de la Ópera y digan: ‘Quiero volver a una representación’”, resume esta estrategia.
Pérez considera que la decisión no busca generar nuevos ingresos, ya que, pese al brutal corte de ingresos, las finanzas del teatro están aseguradas de momento gracias a las ayudas estatales.
Aun así, los visitantes, que deben llevar una mascarilla FFP2 todo el tiempo, pueden ofrecer un donativo a la salida. Los organizadores aseguran que, durante el primer fin de semana de visitas guiadas, la Ópera recaudó casi 4 mil 500 euros para distintos proyectos con niños y jóvenes.
Más de 2 mil visitantes
Después de probar el concepto entre el 12 y el 14 de febrero, con largas colas de gente que se formaban bajo los arcos de la fachada y frente a la céntrica calle Ringstrasse, los responsables admiten que la demanda ha sido “muy superior” a sus expectativas. Según informan en un comunicado, casi 2 mil 100 personas acudieron durante el primer fin de semana.
El recorrido está salpicado de explicaciones a las que los visitantes pueden acceder mediante códigos QR. Estos recorridos han adaptado, reduciéndolos, las visitas que desde hace años se ofrecen para descubrir la Ópera, desde su impresionante escalera y salones, a la complejidad técnica del escenario.
Origen
Crítica
• La Ópera Estatal de Viena, inaugurada en 1869, fue criticada a mediados del siglo XIX por su diseño.
Caja hundida
• El emperador Francisco José, que encargó su construcción, aseguró que tenía aspecto de “caja hundida”.
Destrucción
• La mayor parte quedó arrasada en 1945 por aviones estadunidenses durante uno de los bombardeos en la ciudad del tercer Reich.
Reinauguración
• El edificio fue reconstruido y reinaugurado en 1955 siguiendo el diseño original, con algunas pequeñas diferencias en el exterior.