A tres décadas de su fundación, el año pasado la Orquesta Escuela Carlos Chávez se enfrentó a una prueba de fuego y la ha superado con creces. En medio de la pandemia, los jóvenes integrantes de La Chávez, como se le conoce familiarmente, continuaron su formación e intensificaron el contacto con el público a través de actividades virtuales.
Eduardo García Barrios, titular del Sistema Nacional de Fomento Musical, dice en entrevista que el coronavirus afectó a las orquestas por la imposibilidad de reunir a los músicos. “Sin embargo, en La Chávez reforzamos nuestras actividades con ayuda de la tecnología, que resultó una herramienta invaluable porque nos ha brindado la posibilidad de impartir clases y conciertos virtuales, e incluso exámenes de titulación”.
En años recientes, La Chávez ha sufrido transformaciones que de alguna forma prepararon a los músicos para esta situación inédita. De acuerdo con García Barrios, “se ha dado un cambio de conciencia muy profundo: se dan cuenta de que son jóvenes privilegiados al recibir una beca que les permite dedicarse de tiempo completo tanto a la vida académica como a la vida artística de una agrupación que da unos 100 conciertos al año”.
Mantenerse activos
En estos tiempos tan difíciles, los jóvenes alumnos de La Chávez no han sido víctimas del desaliento, sino que han buscado la manera de mantenerse activos.
En colaboración con sus profesores, y vinculándose rápidamente con la tecnología, prepararon varios conciertos virtuales en los que participó lo mismo la orquesta en pleno, que los ensambles de percusiones, pianos, arpas, metales, maderas y otros instrumentos.
Incluso algunos de estos grupos participaron en encuentros internacionales, como es el caso del Ensamble de Percusiones, invitado a presentar un concierto virtual en el 23 Festival de Música de Beijing.
Cerca de medio centenar de videos han sido producidos por los propios alumnos, en colaboración con sus profesores, los cuales pueden verse en el portal Contigo a la Distancia y en el canal de YouTube del Sistema Nacional de Fomento Musical.
García Barrios agrega que “los jóvenes también prepararon y grabaron tutoriales para las niñas y niños que iban a concursar para ingresar a la Orquesta Sinfónica Infantil de México, así como una serie de cápsulas musicales en las que antes de interpretar una obra, explican sus características. Es un material didáctico que puede ser aprovechado por muchos otros músicos. Igualmente realizamos nueve titulaciones virtuales”.
El director considera que en este momento el gran reto es seguir con las actividades, pese a la contingencia. “Dure lo que dure la pandemia vamos a continuar trabajando con todo el claustro de maestras y maestros, con clases a través de Zoom y de WhatsApp, venciendo el cansancio y el agobio, y sobre todo la enorme tristeza que nos da no poder todavía reunirnos presencialmente a hacer música como se debe de hacer”.
Al regresar a la normalidad, agrega, Eduardo García Barrios, “habrá que pasar por un periodo de ajuste, de volver a acostumbrarnos a tocar juntos, volver a escuchar de una manera distinta, no a través del teléfono o del Zoom. Por el talento de las y los artistas, sé que ese periodo no va a ser muy largo”.
En la lucha por la equidad de género
García Barrios dice que, entre los proyectos para este año, destaca el “concierto contra la violencia de género de Metztli, un colectivo femenino, producido exclusivamente por mujeres, pero con la participación de una orquesta que es mixta. También tenemos que crecer y profundizar en la formación de directoras mujeres, actividad que ha favorecido a artistas varones”.