Las historias que definen la obra de la artista Paola Celada no necesariamente se transmiten con palabras, sino más bien con imágenes y, en particular, con texturas, producidas lo mismo por los colores que por una serie de objetos recuperados que protagonizan el sentido de cada uno de sus cuadros.
Todo ello se refleja en la exposición Latidos de luz, inaugurada en las galerías Elin Luque y Cecilia Gómez Haro de Casa Lamm, espacio donde ya exhibió en 2013, y ahora recibe a 26 obras de arte realizadas en 2017 y durante el presente año.
“El dibujo es mi forma de hablar desde chiquita, hasta en las clases me decía la maestra 'pon atención' y yo le decía 'es que pongo más atención dibujando'; me acuerdo que una maestra en secundaria, que era psicóloga, me dijo 'sigue dibujando, sé que me haces más caso haciendo tus garabatos'. Fue ella la que comprendió que el dibujo se había convertido en mi manera de hablar", recordó la artista previo a la apertura de la muestra.
Entre las novedades de la exposición se encuentran los formatos de sus obras.
"La exposición está inspirada en la luz, porque se murió una amiga hoy hace un año, cuyo nombre significaba luz —no se llamaba así, pero su nombre quería decir eso—, entonces todo lo que hice fue pensando en la luz, no en la que ve sino la que sientes, como cuando meditas o cuando cierras los ojos y te iluminas".
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Ésta es parte de la obra de Paola Celada:
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