Teatro Dallas es una agrupación de teatro mexicanoamericano que ha sido fundamental en Dallas para dar a conocer tanto la dramaturgia mexicana como la latinoamericana con montajes en español y/o en inglés.
Cora Cardona fue por décadas su máxima impulsora y directora; hace un par de años se jubiló dejando un hueco importantísimo. La batuta fue tomada hace seis meses por el venezolano Gustavo Ott, dramaturgo y director conocido en nuestro continente y en Europa con traducciones y montajes de sus obras. La semana pasada fuimos a Dallas invitados por Cara Mía Theatre y Soul Rep Theatre Marisol Castillo y un servidor (como Mulato Teatro) para un proyecto con ambas instituciones fundamentales de la escena texana. La primera la más importante del teatro chicano y la segunda también la más destacada del teatro afroamericano en la región. Así, tuvimos la oportunidad de asistir al estreno de Gustavo Ott y Teatro Dallas de la emblemática obra Passport.
Angela León, Kike Castañeda y Eduardo Vélez protagonizan esta obra que bajo la dirección del propio Ott adquiere unos tintes francamente aterradores y absurdos. El texto nos retrata a Eugenia que emprende un viaje cruzando una frontera donde dos guardias de migración no comparten su lengua; se enredan a tal grado los intercambios comunicativos entre los personajes que terminan por perderle el pasaporte y mantenerla detenida una semana creyéndola terrorista. Pariente de El lenguaje de la montaña de Harold Pinter y de Flores arrancadas a la niebla de Arístides Vargas, el texto de Gustavo nos hace transitar de la hilaridad a la dolorosa realidad que puede imponer el abuso de poder en los pequeños tiranitos en que se pueden convertir los seres humanos con un poquito de poder, acá empeorados por la no compatibilidad lingüística de los protagonistas. Esta puesta en escena cuenta con iluminación de Alfonso Ramírez y Joshua Manning, vestuario de Kristin Colaneri y escenografía de Elmar Gómez.