Pedro y Tamara es una obra de teatro dirigida a público infantil y juvenil inspirada en varios cuentos tradicionales y en las historias que la dramaturga Anick Pérez escuchaba de su abuela cuando era niña, relatos en los que aparecían personajes como el diablo o la muerte y de los que se hablaba con naturalidad.
Durante su investigación para escribir esta obra, cuenta la dramaturga, “nos topamos con algunos cuentos que nos llamaron la atención y descubrimos que varios cuentos tradicionales se conectan sin importar de qué lugar del mundo sean, solo que en ninguno hay personajes femeninos que sobresalgan”.
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Fue por eso que junto con el también dramaturgo Ricardo Rodríguez decidieron que en Pedro y Tamara fuera en el personaje femenino en quien recayera la acción de la historia.
La representación de las mujeres, en este caso desde el teatro enfocado a las infancias y jóvenes, es muy importante para Anick Pérez ya que en las historias tradicionales que ella escuchaba de niña las mujeres no tenían un peso en la historia.
“Me parece importante subrayar que hemos estado ahí siempre. Como mujer me gusta saberme parte de los sucesos, que no soy el resultado de la decisión de una pareja. Me gusta poder levantar la voz, ser partícipe y ser tomada en cuenta”, dice la dramaturga.
Pedro y Tamara también fue pensada para recrear las formas tradicionales de contra historias en México, un poco para rememorar las tardes en las que las familias se reunían para escuchar a las abuelas contando historias y leyendas que llegaban a ellas a través de generaciones.
Al tratarse de la muerte, la obra retoma referencias sobre la celebración del Día de muertos y algunos detalles de máscaras tradicionales de diferentes partes del país.
Para Anick Pérez en México se habla de la muerte de una manera muy natural: “tenemos una manera muy peculiar de ver a la muerte y celebrarla, sin embargo esto no quiere decir que no nos duela o que no le tangamos temor”.
Hablar de la muerte en una obra de teatro enfocada a las infancias es para la dramaturga una manera de mostrar que la vida está compuesta de momentos felices, pero también de momentos de crisis que se deben enseñar a enfrentar desde temprana edad.
“Es importante recalcar que para que la vida exista es necesaria la existencia de la muerte. Para que la vida siga y sea disfrutable y sea esta cosa que es maravillosa tiene que haber un contrapunto, que nos guste o no es la muerte”.
Anick Pérez y Ricardo Rodríguez escribieron la obra desde el sentido del humor para quitarle pesadez al tema de la muerte, sin decir que es algo que no duele, pero con el objetivo de entender que es algo natural que sucede.
La puesta en escena Pedro y Tamara, a cargo de la compañía de teatral Los Bocanegra, se presenta los sábados y domingos del 26 de febrero al 20 de marzo, a las 13:30 horas, en en el Foro de las Artes del Cenart. La obra cuenta con música en vivo, proyección de video y títeres en escena.
PCL