Los Pinos. 84 años de historia abren la puerta a la tradición sonora

Niños y jóvenes del Sistema Nacional de Fomento Musical se presentaron en el Complejo Cultural del Bosque de Chapultepec.

Los asistentes disfrutaron de una nutrida oferta musical.  Juan Carlos Bautista
Eduardo Gutiérrez Segura
Ciudad de México /

En 1934 Lázaro Cárdenas decidió no vivir en el Castillo de Chapultepec para que el público pudiera visitarlo y conocer sus antecedentes históricos, por lo que trasladó la Residencia Oficial a Los Pinos —que nombró así en recuerdo al rancho donde conoció a su esposa Amalia Solórzano—; 84 años después, Andrés Manuel López Obrador resolvió transformar el espacio en un complejo cultural.

En la tierra donde se gestó la expropiación petrolera del 18 de marzo de 1938, ahora se erigen la Casa Miguel Alemán, que ocupó hasta el 30 de noviembre Enrique Peña Nieto; la Casa Miguel de la Madrid, el Salón Venustiano Carranza y la Casa Lázaro Cárdenas, que ayer albergaron a más de 40 agrupaciones infantiles y juveniles que forman parte del Sistema Nacional de Fomento Musical.

A un costado de la Calzada de los presidentes, Alejandro Zamora, director de la Banda Sinfónica de Tlaxiaco (Basit), se ve orgulloso de que sus niños y niñas músicos den muestra de su talento al público que los escucha atento: “Felicitar a nuestro presidente por darle lugar a las comunidades indígenas y este espacio para el pueblo”, expresó.

Una de las integrantes de Basit, que ha colaborado con Lila Downs o tocado en el Estadio Azteca, es Ruth Flores de 12 años, quien pone su granito de arena para promover su cultura indígena: “Todos los compañeros nos tenemos que organizar para tocar bien y estudiar para echarle ganas a la música y hacer algo en la vida, y valorar nuestra identidad”, compartió.

Otro grupo de niñas, que visten el traje típico de Tabasco, son parte de la Marimba Infantil Manglares de Centla, que dirige Andrés Garabita: “Es importante que los niños se formen con esta educación musical, tienen otra visión, posibilidades de vida fuera de la delincuencia, enfocados en crecer más como personas”, consideró, antes de ofrecer su actuación en la Pérgola de la Casa Lázaro Cárdenas.

En tanto, en la Plaza Francisco I. Madero la Orquesta Escuela Carlos Chávez, bajo la dirección de Eduardo García, ofreció un programa que incluyó “Carmen Suite no. 1”, “Dios nunca muere”, “Sobre las olas” —vals que Daniela Sierra, de 12 años, bailó con su abuela Rosaela García de 70— y “Janitzio Sensemayá”, que el maestro, al tocar la pieza de Silvestre Revueltas en Los Pinos, calificó de “histórico”.

Además, por primera ocasión se entonaron en México el “Danzón no. 2” y “Danzón no. 9” de Arturo Márquez, el primero en dirigirlo fue el director venezolano Gustavo Dudamel, en Los Ángeles, por lo que fue un momento único.

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