Una explosión de color, de composiciones, de emoción y de misticismo se conjuntan en la muestra Preservar el fuego, que la artista Virginia Chévez (México, 1961) inauguró el miércoles 6 de septiembre en Casa Lamm.
Se exhiben 12 pinturas, producto de casi dos años de trabajo. Destaca especialmente el cuadro de gran formato, de 2.30 por 2.50 metros, titulado No dejes que se extinga la llama.
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“Es una obra que hice de una sola pieza, antes realicé algunas pinturas en módulos o en polípticos, pero esta es una única pieza de lino que sin trabajar, y montada en el bastidor, resultó ser una belleza. Para pintarla, unos amigos me prestaron un espacio; tuve que realizar prácticamente una danza y sí, fue agotador. Al terminarlo lo tuve que desarmar para llevarlo a Casa Lamm para su montaje”.
La artista dice que generalmente trabaja el expresionismo abstracto y lo hace con herramientas pequeñas para no hacer grandes movimiento que se perciban en la pintura: “es como ir tejiendo, como ir bordando el lienzo”.
Lo que Virginia Chévez busca en Preservar el fuego es hablar del fuego interno “que tenemos todas las personas en el centro del corazón, es la llama trina o chispa divina, ese ser verdadero que todos tenemos internamente. Yo pretendo vivir de ese ser verdadero, es difícil porque tenemos una personalidad, una mente, un cuerpo y todo interviene, pero esa energía es mi invitación a que se enfrenten desde ahí a ver mi obra”.
La artista de la Colección Milenio Arte hace una invitación a los jóvenes para que se acerquen a su exposición y puedan conectar con la energía de su obra.
Ofrece también una llama más física, donde aparece de repente el fuego rojo que se transforma en azul, y aunque es igual de intensa, no quema, es fría, con lo que ese doble fuego le permite jugar con su paleta de colores.
“Virginia Chévez es una de esas artistas que comparte su obra de una manera aún más trascendente en el plano espiritual. Su proceso de creación es un perfecto balance entre agudeza, pasión y misticismo. Sería una pena no experimentarla de esa manera, en su plenitud… Su arte es una fuente continua de satisfacción intelectual, emocional y espiritual”, escribió desde Boston, Juan Carlos Areán, activista contra la violencia de género y el racismo, en el catálogo de la exposición.
La energía en la pintura de gran formato
La artista Virginia Chévez, quien estudió diseño de la comunicación gráfica en al AUM y ha participado en una veintena de exposiciones, manifestó que quiere seguir descubriendo y experimentando, ya que ha estado pintando elementos figurativos.
“Empecé siendo figurativa, pintando cuerpos humanos, después me encontré con la abstracción, y no la escogí yo, ella me escogió a mí. Ahora cuando doy clases, que me encanta hacerlo, he descubierto ciertas opciones, de hecho en la exposición hay una interpretación de una pintura, La gran ola de Kanagawa, y es la única obra figurativa”.
Con lo que Chévez está coqueteando un poco con el arte figurativo, aunque lo que más le encanta es lo abstracto y el gran formato.
“Para mí el gran formato es lo máximo, porque cuando tú te enfrentas a él, te abraza y te da toda esa energía que busco. Recuerdo una cita de Antoni Tàpies que decía que él aspiraba a que sus cuadros, cuando tú los tocaras, te aventaran de la energía, y que sintieras eso, por ello creo que el gran formato logra eso, te quita el aliento”.
Como le fascina la monumentalidad, está interesada y muy entusiasmada en poder pintar un mural: “es apenas un guiño, no sé ni cuándo ni cómo, pero estoy segura que lo haré”.
La exposición Preservar el fuego se podrá visitar hasta el 29 de octubre en Casa Lamm, ubicada en la calle Álvaro Obregón 99, en la colonia Roma.
PCL