Plegaria vespertina

Günter Grass

Editorial Milenio
Ciudad de México /

Este poema aparece en De la finitud (Alfaguara, 2016), libro misceláneo que el autor alemán escribió durante los últimos años de su vida y al que además ilustró

Lo que de niño

me asustaba hasta ponerme el miembro tieso

era una frase —“Dios lo ve todo”—

escrita en los muros con letra picuda;

pero ahora —desde que Dios ha muerto—

da vueltas arriba un dron no tripulado,

que no me pierde de vista

con un ojo sin pestañas que no duerme

y todo lo almacena, no puede olvidar nada.


Me vuelvo infantil,

tartamudeo plegarias incompletas incoherentes,

quiero pedir gracia y absolución

lo mismo que mis labios en otro tiempo al acostarme

pedían indulgencia tras cada caída.

Me oigo susurrar en el confesionario:

Ay, querido dron,

te pido perdón,

para poder ir al cielo de rondón.

LAS MÁS VISTAS