Han pasado cuatro años desde que Alfonso Cuarón ganó el Oscar por Gravity. Su nueva película, Roma, viene acompañada de grandes expectativas, entre otras cosas porque el rodaje significó su regreso a México, 18 años después de la filmación de Y tu mamá también.
Situada en la década de 1970, la cinta narra la historia de Cleo, una mujer que hace labores domésticas para una familia de clase media residente en la colonia Roma. Es un relato intimista del realizador mexicano, en el que recrea su propia infancia en medio del clima político de la época.
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La subjetividad no fue tema menor para la realización de la película. En su anhelo de cazar su pasado, Cuarón se convirtió en su propio cinefotógrafo, tras numerosos proyectos en colaboración con Emmanuel Chivo Lubezki.
En una entrevista para IndieWire, contó:
“Convertirme en cinefotógrafo fue un accidente del proceso. Chivo estaba ligado al proyecto, claro, y luego, por razones de logística, no pudo terminarlo después de que ya había hecho algunas preparaciones. El momento de su salida fue muy cercano a la preproducción y las alternativas que había considerado no estaban disponibles”.
Sin embargo, después de varias semanas, el balance le permitió ver que la distancia con Lubezki fue benéfica.
“Generalmente, cuando trabajo con Chivo, hablamos en el set de las tomas y planeamos las escenas de una forma muy detallada, pero luego lo dejo solo y me concentro en otras partes [de la producción]. [Con Roma] estaba obligado a estar en el set, lo que me forzó a hacer distintas transformaciones y cambios sutiles a cada escena”.
Rodeado por su pasado, el director se convirtió en parte esencial del desarrollo narrativo, de modo que “el hecho de que Chivo no pudiera hacerlo fue benéfico en varias formas para el proceso creativo”.
¿Por qué se alió a Netflix?
Aunque la compañía de streaming nunca lanzó un comunicado oficial al respecto, se sabe que adquirió los derechos de distribución entre marzo y abril, un año después de finalizar la producción.
David Linde, productor ejecutivo, dijo en la misma entrevista que una de las razones para tomar esa decisión fue “lo complejo que es el mercado de la exhibición para las películas en lengua extranjera”.
El objetivo era encontrar la mejor manera para que la cinta llegara a los cines, “pero también a la mayor audiencia posible”.
Cuando Netflix le hizo la propuesta, a Cuarón le preocupaba que la intimidad lograda con la cinta —y ni hablar de que se trata de una película hablada en español y filmada en blanco y negro— no le permitiera llegar a una gran audiencia.
No obstante, ahora que la cinta ya es el centro de atención de varios festivales internacionales, se confiesa agradecido “por la manera en que Netflix está manejándola y la pasión que le tiene a la película”.
A otras producciones con aspiraciones a premios, Netflix le ha dado un par de semanas de exhibición en cines, aunque aún no ha hecho un pronunciamiento sobre Roma, que debutará en el Festival de Venecia antes de ser vista en Toronto (en el TIFF) y Nueva York.
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