¿Por qué se viste al Niño Dios? Este es el origen de la tradición del 2 de febrero

Las familias mexicanas gastan entre 40 y 300 pesos en vestir de manera atractiva o glamurosa a su Niño Dios como retribución por el pago de una manda o por la necesidad de fortalecer su fe en tiempos difíciles.

La vestimenta del Niño Doctor y todos los referentes a la salud y protección son los más solicitados en este momento | Javier Ríos
Javier Ríos
Ciudad de México /

La tradición de vestir al Niño Dios nació en México en febrero de 1912, en la iglesia de la Candelaria de los Patos, donde lo levantaban del pesebre para después cubrirlo; sin embargo, su origen se remonta a la liturgia de la Purificación, donde padres de familia acercaban a sus hijos más pequeños a recibir la bendición.

El Día de la Candelaria festeja a la virgen María y su purificación, tras 40 días de haber dado a luz a Jesucristo, el hijo de Dios. En un principio, en esta fecha la gente llevaba a bendecir sus velas o candelas, pero a partir de los años 50 comienzan a bendecir a sus niños Dios.

Durante 1960 la costumbre fue llevar vestido de bebé al Niño Dios, ataviado con un ropón blanco y acostado en un canasto rodeado de velas, y en la siguiente década comenzó la tendencia de vestirlo con distintas advocaciones.

Según la regla, el primer año el niño se vista de blanco, de bebé; el segundo, debe vestirse como niño de las palomas, y el tercer año puede vestirse de cualquier santo o representación de Jesucristo, de preferencia del Santo Niño de Atocha, y la decisión de usar la vestimenta depende de la necesidad o devoción de las diferentes familias.

A partir del tercer año, el Niño Dios puede ir vestido de cualquier santo o representación de Jesucristo | Javier Ríos

Las advocaciones clásicas son: San Judas Tadeo, Santo Niño de Atocha, el Sagrado Corazón, Cristo Rey, San Martin Caballero, San Chárbel, el Niño de la Candelaria, San Miguel Arcángel, etcétera. Actualmente la tendencia para vestir al Niño Dios se basa en pasajes bíblicos, como el Niño Pastor, el Niño Divino Maestro, El Niño de los Diez Mandamientos y el Niño las Huellas de Jesús, entre otros.

El Niño Doctor, el Niño Cirujano, el Niño de la Salud y sobre todo el Niño Covid han tenido gran demanda debido a la pandemia de coronavirus que azota nuestro país.

El Niño Covid no podía faltar en esta pandemia | Javier Ríos

En Ciudad de México, en la calle Talavera, en el barrio de la Merced, está el corredor cultural religioso del Niño Dios, el cual fue inaugurado en febrero de 2011 por el entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard. En ese punto del Centro Histórico están los locales donde se puede encontrar todo tipo de vestimenta, adornos y accesorios para el Niño Dios; el 7 de enero comienza una romería que culmina el Día de la Candelaria.

Los precios de las vestimentas para el Niño Dios varían de acuerdo el tamaño y el modelo; el traje más sencillo para un Niño Dios de 4 centímetros oscila entre 40 pesos y para un Niño Dios de 50 centímetros hasta en 300 pesos; la variedad de diseños y materiales hace cada vez más atractivo el vestir a los niño; los vestidos se elaboran de organza, raso, shantung, tafetas, lentejuela, perlas, diamantina, gamuza, etcétera. También hay infinidad de accesorios, como las tradicionales sillas, canastas, cetros, coronas, cojines y escudos.

En la actualidad hay cientos de diseños de vestimenta para el Niño Dios | Javier Ríos

Las familias mexicanas gastan en vestir de manera atractiva o glamurosa a su Niño Dios como retribución por el pago de una manda o por la necesidad de fortalecer su fe en tiempos duros y difíciles como los que actualmente se están viviendo.


nerc

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