Ni un alma se paró por el Cementerio de Montparnasse, en París. Nadie celebró en el mausoleo de Porfirio Díaz el natalicio 189 del ex presidente de México, quien propuso el 15 de septiembre como Fiesta de la Independencia Nacional, porque coincidía con el día de su cumpleaños; tampoco se registró la presencia de familiares a menos de un año de que expire la perpetuidad de 99 años de la tumba del general.
A pesar de que el presidente Andrés Manuel López Obrador abrió la posibilidad para la repatriación de los restos de José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, mejor conocido como Porfirio Díaz, al decir que no se opondría a su regreso, nada se mueve en el Cementerio de Montparnasse.
Cuando falleció en la capital francesa el general de origen oaxaqueño, el 2 de julio de 1915, su esposa doña Carmelita Romero Rubio decidió enterrarlo en un primer momento en la Iglesia de Saint- Honoré d’Eylau con la esperanza de poder regresarlo a su natal Oaxaca, deseo que le fue imposible de cumplir por la oposición del gobierno mexicano, emanado de la Revolución, así que en 1921, seis años después de su fallecimiento, tomó la determinación de comprar un lote a perpetuidad para cambiar el cadáver al Cementerio de Montparnasse, sitio inaugurado en 1824 en una superficie de 19 hectáreas.
MILENIO acudió a la oficina central del panteón de Montparnasse para constatar si la familia Díaz ya realiza los trámites relacionados con la perpetuidad, que en 2020 llega a su término.
Su documentación establece que fue sepultado en este famoso panteón en 1921, por lo que los familiares tienen un año para solicitar la renovación de uso de ese lote, para lo cual deberán presentar las escrituras de propiedad; de no tenerlas, pueden llevar documentos que muestren que son herederos de quien pagó ese sepulcro.
El Mausoleo del general Porfirio Díaz en el cementerio, donde descansan grandes figuras del arte, la cultura, la política y el espectáculo —Samuel Beckett, Pierre-Joseph Proudhon, Charles Baudelaire, Julio Cortázar, César Vallejo, Carlos Fuentes, Jean-Paul Sartre y Simone de Beauvoir—, luce su nombre en letras de oro y en la parte superior un escudo con un águila. En su puerta, que tiene unos vidrios que imposibilitan ver hacia el interior, hay algunos mensajes realizados sobre ellos: “Rendimos tributo al gran presidente mexicano”, con fecha de este año, y otro más que, con palabras altisonantes expresa: “El pueblo ya no te quiere”.
Al interior de la capilla se observa un altar en mármol con la leyenda “Porfirio Díaz, 15 de septiembre de 1830-2 de julio de 1915”, cubierto con una bandera de México, sobre ella, un busto en bronce del general, imágenes de la Virgen de Guadalupe, una fotografía, una corona y floreros con flores artificiales.
Sobre el piso hay una carta, un boleto usado del metro parisino, un ticket con el emblema del INAH y algunas monedas de distintas denominaciones, así como un billete de 20 pesos con la imagen del también oaxaqueño, Benito Juárez.
Los turistas lo visitan
José Antonio Ramírez se acercó a la tumba de Porfirio Díaz junto con su esposa: “Quisimos visitar Montparnasse donde están sepultadas muchas personas famosas como Porfirio Díaz, quien fue un personaje emblemático y controversial que marcó la historia de México, para bien o para mal”.
También hizo una escala en el sepulcro del ex presidente de México, Daniel Ramírez Pérez, mexicano que vive en Australia: “Quise venir a visitar la tumba de Porfirio Díaz, como buen mexicano que visita a los muertos”.
Juan Silverio Díaz, originario de Ciudad Madero, Tamaulipas, pero con residencia en Estados Unidos, confesó que “el objetivo de estar aquí en la tumba del general es conocer realmente dónde quedaron los restos de este célebre personaje, que de una forma u otra, por coincidencia o por azares del destino, llevamos el mismo apellido”.
La versión de que está en Oaxaca
Ana Rincón Gallardo, tataranieta de Porfirio Díaz, al ser descendiente de la hija del general Luz Aurora Díaz (1875), casada con Francisco Rincón Gallardo, quien radica en Querétaro, dijo a MILENIO que “la perpetuidad en el Cementerio de Montparnasse está por vencer, ya que solo es por 99 años. Durante los últimos 30 años mi tía Tere ha pagado todos los gastos que genera la cripta, aun cuando el documento original del contrato con el cementerio está perdido”. Recordó que ha habido distintos intentos de exhumación para la repatriación de Díaz, desde los años 20, y que existe “la versión de que sus restos ya descansan en el Iglesia de La Soledad, en Oaxaca”.