La primera cruz que existió hace 500 años se colocó en la Villa Rica de la Vera Cruz, con el arribo de Hernán Cortés a la playa de Quiahuiztlán, el 22 de abril de 1521, donde se registró la primera misa, de acuerdo con el testimonio de Bernal Díaz del Castillo. La cruz lo acompañó conforme avanzaba hacia Tenochtitlán colocaba cruces en su camino.
Así lo expuso Jorge Traslosheros, investigador del Instituto de Investigaciones Histórica de la UNAM, al participar en el foro “500 años de la primera cruz y de la primera capilla en la Ciudad de México”.
En el encuentro, organizado por la Arquidiócesis Primada de México, se indicó que el primer sitio en el que se colocó la cruz fue en el lugar donde se erige el Monte de Piedad. En la que fue la casa de Axayácatl se colocó la primera cruz en este gran urbe mexica.
La primera cruz en esta ciudad se puso por orden de Cortés para que se realicen los primeros sacramentos “no hay ni una capilla, y se realiza una misa, para 1525 se tienen ya tres parroquias funcionando,” detalló Berenise Bravo, profesora investigadora de la Escuela Nacional de Antropología a Historia.
De acuerdo con una tarjeta informativa de la Arquidiócesis Primada de México, el mismo día que Cortés entró a Tenochtitlán, el 8 de noviembre de 1519, Moctezuma, acompañado de algunos de sus capitanes, escucharon una primera prédica sobre Jesucristo, lo que Bernal Díaz del Castillo, quien fue testigo presencial de aquellos acontecimientos, relata de la siguiente forma:
“El Emperador Don Carlos nos envió a estas partes a verle y a rogar que sean cristianos como es nuestro emperador, y todos nosotros, y que salvarán sus almas él y todos sus vasallos”.
Tras el primer encuentro entre el conquistador y el tlatoani, Moctezuma alojó a los españoles en el Palacio de Axayacatl, donde una semana después se levantó la primera cruz cristiana y la primera capilla donde se celebraron misas en la Ciudad de México. Justamente debajo del actual Nacional Monte de Piedad, arqueólogos del INAH han encontrado sus cimientos, detalló Pedro Romero de Terrero, patrono secretario del Nacional Monte de Piedad.
Según la Arquidiócesis, Bernal Díaz del Castillo “platicó que cuatro días después de la llegada de los españoles a la Ciudad de México, Cortés pidió permiso a Moctezuma para levantar la cruz y un pequeño altar, quien accedió sin miramientos y envió albañiles para que realizaran estas obras.
Bernal Díaz del Castillo fue testigo de aquellos sucesos, por lo que escribió: “Y en dos días teníamos nuestra iglesia hecha y la santa cruz puesta delante de los aposentos, y allí se decía Misa cada día hasta que se acabó el vino… y después, cada día, estábamos en la iglesia rezando de rodillas delante del altar e imágenes; lo uno, por lo que éramos obligados como cristianos, y lo otro, porque Moctezuma y todos sus capitanes lo viesen el adorar y vernos de rodillas delante de la cruz, especialmente cuando tañíamos el Avemaría”. Estas primeras misas las celebró el padre Fray Bartolomé Olmedo, de la Orden de la Merced, quien acompañó la expedición de Cortés.
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