En la actualidad, más de 40 países del mundo siguen teniendo monarquías, lo que significa que el jefe de estado es un rey, reina o emperador. En el caso del Reino Unido, quien lleva la corona se convierte en soberano de dieciséis estados independientes, entre ellos Canadá, Australia, Nueva Zelanda y Jamaica. Estos países tienen sus propios gobiernos y son totalmente independientes y no ejerce poder político, pero actúan como líderes ceremoniales de la nación, promueven la cultura y identidad.
También es la principal figura política de los 54 países miembros de la Mancomunidad de Naciones y líder supremo de la Iglesia de Anglicana.
En todo caso, la condición de monarca es puramente simbólica y por lo general sus funciones son ejercidas por los ministros que responden ante el Parlamento. No obstante, se requiere la participación del rey o reina en varios actos importantes del gobierno.
El Parlamento británico
El soberano tiene la capacidad de convocar, prorrogar y disolver el Parlamento. Antes de que un proyecto de ley se convierta en ley, la corona debe dar su consentimiento real, el cual sará anunciado a ambas cámaras.
Justicia
El rey o reina puede perdonar o demostrar clemencia a los condenados por algún delito. Según la ley, como persona tiene inmunidad contra los procesos civiles o penales y no puede ser demandada ante los tribunales de justicia. Los otros miembros de la familia real no cuentan con este beneficio.
Conceder honores
También tiene el poder para conceder el rango de par, de caballero y otros honores. Generalmente lo hace por recomendación del Primer Ministro, aunque alguno de estos se confiere personalmente.
Política exterior
Todos los representantes diplomáticos son acreditados ante el monarca. Además, tiene el poder de concluir tratados, declarar la guerra y hacer la paz, reconocer a los estados y gobiernos extranjeros demás de anexar y ceder territorio.
BGHL