Daban las seis de la tarde cuando el caballero de la triste figura creado por Miguel de Cervantes salió al escenario del Domo Geodésico, colocado en la Plaza Cívica de Poza Rica; ahí, como parte de las actividades de la edición número 47 del Festival Internacional Cervantino en su sede alterna, el hidalgo se decidió a escribir su propia historia con la ayuda del público.
Quijote, vencedor de sí mismo es el nombre de la puesta en escena que le dio vida al personaje en el municipio veracruzano, gracias a la compañía De Ciertos Habitantes; la obra de los dramaturgos Claudio Valdez Kuri y Mónica Hoth se llevó ovaciones de un auditorio variado, que rió y disfrutó de una tarde de teatro.
“Seguramente muchos de ustedes leyeron a fuerza en la escuela algo de mí; mi historia forma parte desde hace siglos de todos los programas académicos oficiales. Les aseguro que la mayoría de ustedes se limitó a leer el resumen que encontraron en Google y el resto le copió el trabajo a algún compañero”, dijo Don Quijote, interpretado por el actor Fernando Huerta, mientras luchaba atrapado en una incómoda posición.
En seguida, pidió a una señora de la primera fila de butacas subir con él y leer el capítulo 35 del libro cumbre del idioma español; eso le permitió comenzar a liberarse y tomarse la libertad de contar "la verdad" de los hechos y explicar un poco de sus fascinantes episodios.
"¿Son mis hazañas un invento del autor y, de ser así, yo no existo? (...) Entre mis pensamientos ociosos quiero ver qué me depara el destino", reflexionó mientras pedía a otro señor del público nombrarlo caballero; luego, comenzó a caminar entre las sillas, sorprendiendo a los presentes.
La participación de los asistentes es un elemento importante y necesario para el trascurso de la historia, tanto que uno de los capítulos fue interpretado con ayuda de dos jóvenes y una adolescente, quienes aceptaron de buena forma seguir las instrucciones del protagonista.
"El libro de mis hazañas está llena de otras historias, que creó mi o mis autores oyeron en sus múltiples viajes", comentó al terminar la actividad y antes de preguntar quién había leído completos los dos tomos de Cervantes, a lo que sólo dos personas respondieron, una de ellas era la actriz Xóchitl Galindres, quien aprovechó para tomar su lugar en el escenario.
A pesar de un par de inconvenientes con los micrófonos sacaron risas y sorpresas. Con la puesta en escena promueve la lectura y la importancia de los libros; además, reflexiona sobre el fracaso y los sueños, llevando a sus escuchas entre la realidad y la fantasía, mientras les propone construir un mundo mejor.
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