Se trata de uno de los edificios emblemáticos de la capital del país, no sólo por ubicarse en el primer cuadro de Ciudad de México, a un costado de Palacio Nacional, sino por lo que albergó: la primera imprenta que se estableció en el continente americano.
“En 1539 llega por estos lares el editor Juan Pablos, invitado por el Virrey Mendoza y se estableció aquí con su esposa; a partir de ese momento empezó la historia de la impresión de libros en lo que hoy es México y que la Universidad Autónoma Metropolitana ha mantenido con mucho orgullo”, en palabras de Ivette Gómez Carrión, responsable de la Casa de la Primera Imprenta de América, que el próximo miércoles reabrirá sus puertas de manera oficial.
Con recursos otorgados y gestionados en 2018, alrededor de 20 millones de pesos, provenientes del Fondo para la Modernización del Patrimonio Cultural Federal, el recinto se sometió a trabajos de restauración, conservación y mantenimiento, con lo cual se le dotó de las condiciones necesarias para consolidarse como un espacio de educación continua.
La reapertura del espacio se dará con la exposición Leonora íntima: objetos y memorias, donde se van a mostrar libros, fotografías y dibujos, entre otros objetos personales, y que servirá como punto de partida para un proyecto más amplio de la Coordinación de Difusión de la Universidad Autónoma Metropolitana: la consolidación de la Casa-Estudio Leonora Carrington, en el domicilio que la pintora surrealista habitó en la Ciudad de México desde 1948 hasta su muerte, en 2011.
“Estamos trabajando en generar vínculos con fundaciones y embajadas, y buscamos por todos lados. No tenemos un costo exacto porque también dependerá del dinero que se consiga para saber hasta qué etapa podemos llegar”, aseguró Francisco Mata Rosas, coordinador General de Difusión de la UAM.
A la propuesta de impulsar la Casa-Estudio Leonora Carrington, para el cual se requieren alrededor de 13 millones de pesos, también se suma un recinto más en la calle de Uruguay, en el Centro Histórico de Ciudad de México, en lo que se define como un proyecto mucho más flexible, pero que termina por complementar los objetivos de la institución universitaria.
“Un proyecto que responda a la propuesta que estamos tratando de impulsar en la coordinación de actividades culturales y académicas mucho más contemporáneas. Estamos buscando renovar la oferta cultural de la UAM, incrementar la oferta tradicional a partir de estos vínculos de arte, cultura, ciencia y ciudadanía”.
Con ello, la Casa de la Primera Imprenta funcionaría más como un espacio académico, de educación continua, con espacios para exposiciones también, mientras el recinto de Uruguay, la idea es que tenga una zona de exposiciones de formatos no convencionales o un auditorio que permita la presencia de artes escénicas y sonoras, pero también de charlas, destacó Francisco Mata.
“De Uruguay apenas estamos trabajando en el desarrollo del concepto, en generar además del contenido académico del que hablábamos, pensamos en el concepto arquitectónico. Nos acercamos al arquitecto Mauricio Rocha, en lo personal uno de los mejores para el desarrollo de proyectos culturales, quien de una manera generosa nos está apoyando para desarrollar las ideas y ver cómo podríamos optimizar ese espacio”.
A partir del próximo 25 de septiembre abrirá sus puertas la exposición Leonora íntima: objetos y memorias, y de esa manera la reinauguración oficial de la Casa de la Primera Imprenta de América.
lar