Regresar al juego como homenaje a la vida a través de la danza: Brodermann

La coreografía ‘Regreso’ se presentará el 5 y 6 de julio en el Teatro de la Ciudad y el 12 de julio en el Centro Cultural Mexiquense

César Brodermann explora la memoria colectiva de juegos, canciones y bailes, demostrando que la esencia siempre permanece. | Especial
Ciudad de México /

La creatividad y el arte invitan a reconectar con la humanidad, a buscar espacios de empatía, juego y esperanza, indica el artista, César Brodermann.

“Incluso en la adversidad es posible encontrar motivos para seguir adelante y transformar la realidad desde la sensibilidad y la acción colectiva. Es así como surge esta propuesta escénica que busca reconectar con lo esencial: el juego, la curiosidad y el asombro que nos hacían sentir vivos en la infancia”, sostiene.
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El planteamiento de Brodermann es volver a las raíces para compartir un mensaje universal, creando la obra ‘Regreso’, la cual es mucho más que una obra de danza, es un homenaje al juego y a la autenticidad.

Es la necesidad, dice, de reencontrarse con el niño interior. Ese pequeño que bailaba por curiosidad y placer, no por ambición ni productividad.

“La obra invita a los espectadores a recordar y recuperar aquello que nos movía de pequeños, a permitirnos jugar incluso en la adultez, y a encontrar en el movimiento una herramienta para sanar y empatizar, aún en la dificultad”.

Su creador se formó y trabajó en Nueva York y en Tel Aviv, en la reconocida Compañía de Danza Batsheva, de Israel; además de obtener su certificación en el lenguaje corporal del movimiento Gaga, centrado en la exploración del cuerpo.

En este mes de la Diversidad Sexual, el mensaje del coreógrafo y bailarín mexican César Brodermann es contundente: la creación de espacios seguros y libres es esencial para disminuir el odio y fomentar la empatía.

“Si todos pudiéramos sentirnos más auténticos, habría menos rechazo y más aceptación de las diferencias que nos enriquecen como sociedad. La danza, en este sentido, se convierte en una herramienta poderosa de transformación y sanación”.

En junio, y especialmente el 28, se celebra “la diversidad, la libertad y el derecho a ser uno mismo”. El arte, como lo demuestra este creador, es un aliado fundamental en la construcción de un mundo más justo, empático y colorido.

Foto: Especial

El artista rechaza las etiquetas rígidas y los estereotipos de género, defendiendo la libertad de ser y de expresarse: “Más allá de quién soy o qué escojo ponerme, es sólo poder despertar y sentirme yo. Mi discurso va hacia mi libertad de expresión y de género, no intento entrar en un molde, sino escucharme cada día y decidir cómo quiero ser”.

Su postura es clara: la diversidad es una riqueza que debe ser celebrada, y la lucha por la libertad de expresión y de identidad debe continuar en todos los ámbitos, especialmente en el arte.

De vuelta a las raíces

Aunque la experiencia internacional marcó su carrera, el regreso a México representa un reencuentro con la cultura, la infancia y las historias que lo formaron. Junto a colaboradores mexicanos, César Brodermann explora la memoria colectiva de juegos, canciones y bailes, demostrando que la esencia siempre permanece, incluso tras los viajes y aprendizajes en el extranjero.

La compañía Aterno que dirige ha crecido y ha sido reconocida con premios nacionales, consolidando un nuevo lenguaje escénico en el país.

En un contexto en el que la diversidad y la libertad de expresión son más necesarias que nunca, el arte se convierte en refugio y plataforma de transformación social. El autor de ‘Regreso’ defiende la importancia de generar espacios donde cada persona pueda ser auténtica, sin moldes ni prejuicios, y la danza sea una vía para el autodescubrimiento y la empatía.

Su trabajo con comunidades escolares y su participación en iniciativas que llevan la danza a espacios públicos buscan sembrar la semilla del cambio desde la infancia, convencido de que el movimiento puede transformar vidas.

Foto: Especial

Regreso no es sólo una obra, enfatiza, es una invitación a reconectar con la alegría, la curiosidad y la libertad que nos hacían vibrar de niños. Es un recordatorio de que, aún en la adversidad, podemos encontrar espacios para jugar, movernos y sentirnos vivos.

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hc

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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