La dramaturga, directora de escena y artista circense Ana Sofía Vázquez reencontró el mundo del circo y sus personajes en las pinturas de Remedios Varo (1908-1963) y decidió recrearlos en la obra de teatro El tejido de los sueños.
“Fui a ver una exposición de Remedios Varo (Museo de Arte de Moderno, Remedios Varo. Disrupción de lo real). Yo me dedico al teatro y al circo. Y, la primera pregunta fue ¿cómo serían, cómo se verían esos cuadros en tercera dimensión, es decir, en el teatro?”, comenta en entrevista la artista escénica.
“Los personajes de Remedios Varo son muy místicos, fantásticos, y sus formas de desplazarse son poco habituales, así que de inmediato me remitió a los artistas de circo. Y pensé: ‘Estos cuadros pueden contarse en el lenguaje circense”, agrega Vázquez sobre la génesis de su obra El tejido de los sueños.
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La puesta en escena multidisciplinaria se estrenó este jueves, para una temporada hasta el 2 de junio, en funciones de jueves a domingo, en el teatro Julio Castillo del Centro Cultural del Bosque.
Busca recrear el misterioso universo de Remedios Varo, sus personajes, paisajes, colores y cosmovisión cobran vida a través de una escaleta dramática y visual, que utiliza arte circense, danza, poesía, música y multimedia como recursos para desprender la pintura del lienzo e insistir en una búsqueda infinita.
Vázquez decidió estructurar “un cuentito” a partir de 16 cuadros que eligió —de los 39 que estuvieron en la exposición de diciembre de 2022 a mayo de 2023—, luego de analizar la obra de Remedios Varo.
“Observé ciertos patrones de los cuadros en cuanto a espacios y personajes e hice una clasificación. De ahí surgieron los cinco actos o escenarios diferentes. Y de ahí la historia se fue armando sola a partir de observar a los personajes e imaginar qué estarían haciendo en tal o cual situación”, dice.
El tejido de los sueños sucede dentro de las paredes de una ciudad amurallada, donde se encuentra La Novicia bordando el manto terrestre junto a sus compañeras en lo alto de una torre. Cuando de pronto, un gato proveniente de otra dimensión toma uno de los hilos y jugando se lo lleva lejos de la villa.
La Novicia, intentando alcanzarlo, corre ágilmente tras él hasta que sin darse cuenta llega al pie de un árbol hueco, donde se encuentra con El Guardián del Portal, un ser misterioso y etéreo que custodia la entrada al bosque mágico donde habitan toda clase de personajes fantásticos.
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Un bosque mágico
La Novicia se embarcará en un viaje de transformación que la llevará a recorrer diferentes planos de realidad y a descubrir los hilos invisibles que conectan el mundo terrenal con los confines del cosmos.
Para ello Vázquez creó un relato con cinco actos o escenarios, donde transcurre la historia y acción.
“Hice un cuento sencillo con una estructura dramática que todos ubicamos y que tiene que ver con un personaje principal, La Novicia, que aparece en una trilogía de Remedios, que borda el manto de sus compañeras. Después, aparece el Gato Helecho, inspirado en el personaje de Varo del mismo nombre, que saca a La Novicia de su vida cotidiana y la lleva a un bosque mágico.
“Se representan varios personajes que tiene Remedios que habitan el bosque que ella pintó mucho, cada uno representado por una artista circense de alguna disciplina particular. Después La Novicia llega al Cosmos. Este cuentito es una analogía de la vida de Remedios Varo, que representa el viaje que ella tuvo desde su infancia hasta su llegada a México”, dice Vázquez sobre la producción de Teatro Estelar.
Participan en El tejido de los sueños Camila Sánchez Rodríguez, Daniela Figueroa, José Ruíz, Laura Vargas, María Camargo, Miriam Molina, Tania Gómez, Vanessa Gil, Vladimir Garza, Yseye Appleton.
La obra se centra en el lenguaje circense, incorporando disciplinas aéreas, acrobáticas, contorsionismo, equilibrios de manos, rueda cyr y malabares, además de teatro, danza, poesía y música.
Según Vázquez, este enfoque permite que el arte circense trascienda el mero virtuosismo físico, convirtiéndose en un medio de expresión teatral que busca conmover, comunicar, cuestionar y reflexionar. La investigación se enfoca en el cuerpo del actor, el elemento clave de la composición.
La transformación del espacio se refleja en términos escenográficos, lumínicos y en la evolución de los personajes, vestuario y maquillaje, evolucionando del plano cotidiano al extracotidiano. La música original, creada específicamente para este espectáculo, se desarrolla en conjunto con el diseño de movimiento, enriqueciendo la experiencia escénica.
“Remedios Varo vivió en su infancia una educación muy cuadrada, muy católica; luego le tocó vivir toda esa parte de las guerras y todo lo que a nivel social eso representó, la pérdida de identidad, el automatismo de la ciudad, los seres grises; todo eso está en las primeras escenas. Luego huyó, fue exiliada, vino a México, esa parte está representada por el bosque.
“La Novicia sale de su confort, de su casa, a un mundo desconocido, México, y conoce a los surrealistas y una serie de personajes, que la llevan a final a encontrarse a sí misma dentro de su creación, dentro de su arte”, comenta la dramaturga y directora Vázquez, que indica que además del paralelismo entre La Novicia y la vida de Varo, también hay un personaje que la representa a ella.
evt