René Castrellón “Denex” avanza en su propuesta plástica a través de pinturas

Comenzó a decorar muros interiores y a hacer pinturas por encargo en cuarentena.

Su trabajo se incrementó en la cuarentena al utilizar las redes sociales para publicitarse. (Rolando Riestra)
Editorial Milenio
Gómez Palacio, Milenio /

René Castrellón “Denex” se mantiene pintando conceptos decorativos y al mismo tiempo desarrollando un discurso plástico que aborda problemáticas sociales e imaginarios geométricos.

Su trabajo se incrementó en la cuarentena al utilizar las redes sociales para publicitarse y ahora establece una disciplina férrea entre el trabajo de caballete que realiza por encargo y los trabajos que realiza en domicilios particulares y los negocios en Gómez Palacio.

Este hecho resulta peculiar porque en medio de la crisis sanitaria muchas personas están perdiendo el empleo y con ello la oportunidad de llevar ingresos a sus domicilios. Pero él buscó abrir un nicho de mercado poco explorado por los jóvenes que buscan hacerse de un nombre en los círculos culturales.

“Primero me fijé y vi que opciones había para trabajar en la cuarentena porque obviamente tiene que seguir habiendo fluidez de capital, entonces primeramente hice un mural en aquí en casa para que hacer publicidad y que la gente lo viera y como me di cuenta de que muchos está en su casa viendo qué remodelación, vi que empezó a pegar y muchas personas me lo pidieron, hacer triángulos como decoración”.

Cada trabajo que realiza es fotografiado para subirlo a sus redes como publicidad. Poco tiempo pasó para que comenzaran a preguntar precios y llegar a un acuerdo de trabajo. René Castrellón asegura que desde pequeño le interesó el dibujo y la pintura, que hoy son vehículo para desarrollar un oficio.

“Les empezó a llamar mucho la atención y así llegó uno y luego otro, tres trabajos o cuatro juntos hasta que tuve que empezar a agendar por meses para poder tenerles el trabajo porque no puedo abarcar todo al mismo tiempo.

“Mañana empiezo un proyecto en una escuela donde pintaré unos murales, luego atiendo otros proyectos en otra escuela, el jueves debo pintar en una casa pero en el transcurso de la semana tengo que avanzar en los cuadros porque también tienen fechas de entrega; muchos son por pedidos y otros me los compran porque ya los tengo. Si llegamos a un acuerdo”.

Los dibujos a lápiz podría venderlos en 500 pesos, pero dice que debe bajar el costo en cuarentena para que la gente se anime a pedirlos pues en medio de la crisis sabe que no hay mucho dinero y de esa forma dice, todos ganan. Los cuadros tienen otro valor, si el diseño lo entrega el cliente o si es un diseño propio cuenta, al igual que el tamaño, los materiales y la presentación final.

Al trabajar con un joven carpintero garantiza no sólo la calidad de su trabajo sino que apoya otra iniciativa que lucha por mantenerse a pesar del covid-19. 

No obstante Castrellón se da tiempo para desarrollar discursos que giran en torno a la vida nacional como lo es una alegoría sobre la explosión del gasoducto de PEMEX que dejó más de 130 muertos y un centenar de heridos en Tlalnepantla en enero de 2019, o los feminicidios que se registran con ferocidad en diversas entidades del país.

Este joven antes de que iniciara la pandemia tenía programados una serie de talleres de pintura para niños y jóvenes, y ahora se prepara para exponer su obra personal luego de presentar parte de su trabajo en la una universidad privada de Torreón y en el Centro de Convenciones Francisco Zarco.

CALE

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