Cuando se habla de migración —opina la escritora Mariana Osorio Gumá—, las historias de niños quedan invisibilizadas. "Se piensa en ellos en masa, en cifras". Es por eso que, desde la ficción, busca darle voz a niñas y niños con historias particulares, pues, afirma, es un tema que la atraviesa y la sigue interrogando.
“Se piensa mucho que los niños migrantes llevan su mochilita, un termo de agua o a veces nada, sobre todo los que viajan solos. Pero a mí me interesaba explorar qué llevan dentro, qué vínculos los habitan, qué memoria los habita y, desde ahí, poder explorar la realidad interna a través de estos personajes de ficción”, explica.
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En Cuando llegues al otro lado (Grijalbo, 2019), la escritora narra una historia cuyo corazón son los niños migrantes que salen de una atmósfera, de un ambiente muy particular, con un paisaje peculiar para adentrarse en lo desconocido del desierto, pero también en lo desconocido sobre la manera de relacionarse.
La novela sigue a Emilia y Gregorio Ventura, dos adolescentes, casi niños, que, tras la muerte de su abuela, deben abandonar su lugar de nacimiento, donde han vivido toda la vida, porque ya no queda nada. En su camino se encuentran con situaciones que complican su llegada al otro lado.
Gumá también tiene formación de psicoanalista, por lo que con frecuencia escucha historias sobre este tema. Emilia y Gregorio, cuenta, son el vehículo para dar voz “a todas las historias individuales de situaciones muy específicas; rescatar eso del silencio es mi labor”.
La autora afirma que “cuando leemos notas de la prensa sobre migración de la familias centroamericanas o de las familias o niños africanos en Europa, uno apenas puede leer la nota porque la realidad es tan cruda y tan terrible que nos pone a la defensiva abordarla directamente”.
En la literatura y el arte la escritora encuentra una alternativa para enfrentar este fenómeno y “tramitar los efectos de la violencia que tiene en nosotros”.
En Cuando llegues al otro lado, Mariana Gumá propone acercarnos a la migración para poder “pensarla y, eventualmente, sacarla del silencio”.
ÁSS