Es indiscutible que la educación es el motor de las sociedades. Su importancia se hace patente en todas las esferas de la vida colectiva y abarca no solo la formación de la niñez y la juventud, sino también la atención de los adultos, para satisfacer la justificada necesidad de conseguir una “educación para la vida”.
En el contexto de las transformaciones extraordinarias que ha vivido el país de los ochenta para acá, en las que se incluyen cambios significativos en el ámbito educativo, el Estado de México ha tenido un papel destacado y, en su respectivo marco de competencia, El Colegio Mexiquense ha hecho su parte al satisfacer las expectativas que se dieron con su constitución el 1 de octubre de 1986.
Han sido 33 años de cambios de una institución dedicada a la investigación y la docencia de alto nivel en Ciencias Sociales y Humanidades. En todo este tiempo se han adoptado líneas de investigación pertinentes que tienen que ver con la historia, los estudios territoriales, la geografía económica, la planeación y la perspectiva de género, por mencionar unos cuantos campos y disciplinas.
Los 28 investigadores de tiempo completo y medio tiempo, los cuatro que participan en el programa Cátedras Conacyt y los cinco que colaboran por proyecto, contribuyen a incidir en la realidad a partir de la generación del conocimiento y su divulgación: 34 de los 37 forman parte del Sistema Nacional de Investigadores.
El posgrado atiende a la especialización que demandan los sectores público, social y privado, así como a la formación de profesionales socialmente responsables, comprometidos con la mejoría de la calidad de vida de todos.
En este renglón se han logrado, entre otros resultados, la graduación de 191 estudiantes de las maestrías en Historia y en Ciencias Sociales con Especialidad en Desarro llo Municipal y del Doctorado en Ciencias Sociales, programas inscritos en el padrón nacional de posgrados de calidad en el rubro de consolidados.
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Otros méritos de esta institución, que se sostiene fundamentalmente con recursos públicos y, por lo mismo, pero no sólo por ello, se debe a la sociedad, comprenden la publicación de 639 libros, más de 200 eventos académicos anuales, la operación del Centro de Recursos Documentales y de Información Fernando Rosenzweig -uno de los más importantes en su tipo- y la edición de la revista Economía, Sociedad y Territorio, a la que el Conacyt tiene inscrita en el rubro de competencia internacional.
Ahora mismo, El Colegio pugna por un mayor protagonismo académico, para lo cual se trabaja en la reorganización de los seminarios de investigación con el compromiso de que el conocimiento tenga un mayor aprovechamiento social.
ha incrementado la matrícula del posgrado; está en marcha un programa de educación continua con cursos dirigidos en particular, pero no exclusivamente, a servidores públicos, y se diseñan un diplomado y una maestría profesionalizante con el rigor académico que ha sido el sello institucional.
Otro aspecto reforzado es el de la discusión de los grandes temas de coyuntura con un laboratorio de ideas que organiza encuentros para el diálogo creativo entre el público e intelectuales e investigadores de la talla de Javier Garciadiego, Rolando Cordera, Mario Luis Fuentes y Sergio García Ramírez, a los que se sumará el historiador Carlos Herrejón Peredo en el cierre del año.
Los hallazgos de las investigaciones y la ocasión de compartirlos, a la par de la formación de maestros y doctores con suficiente solvencia académica y evidente utilidad social, acreditan que El Colegio Mexiquense sigue siendo una institución que merece el auspicio público por asumir eficazmente las responsabilidades que reclama una comunidad activa y demandante, cuyas aspiraciones se fundan en el ejercicio legítimo del derecho a la esperanza.
LC