A Claudia Sheinbaum, jefa de Gobierno de la Ciudad de México, no le informaron adecuadamente. Previo a la develación del cenotafio de Sor Juana Inés de la Cruz en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón de Dolores, dijo: “sirva este bello homenaje y la sabia decisión del presidente de la República, de colocar los restos de Sor Juana Inés de la Cruz en la Rotonda de las Personas Ilustres como un homenaje a la escritora, a la poeta pero también a su espíritu indomable, a su legado y sirva para reconocer el derecho de cada niña, de cada joven, de cada mujer, vivir con derechos humanos plenos”.
Lo que en realidad Sheinbaum encabezó fue la inauguración de un monumento funerario que no contiene el cadáver de la décima musa, es decir, un cenotafio. Desde la investigación del antropólogo físico Arturo Romano, los restos de Sor Juana descansan en el Ex Convento de San Jerónimo, hipótesis que hasta el momento está siendo estudiada y comprobada científicamente.
MILENIO corroboró que los supuestos vestigios de Sor Juana Inés de Asbaje Ramírez de Santillana aún se preservan en el sitio donde la monja jerónima escribió gran parte de su obra, donde hasta el momento no se ha realizado ninguna exhumación en el Sotacoro del Auditorio Divino Narciso del Templo de San Jerónimo, de la Universidad del Claustro de Sor Juana.
Ceremonia para recordarla
Por dos años se pospuso la develación del cenotafio de Sor Juana Inés de la Cruz, en la Rotonda de las Personas Ilustres, en el Panteón de Dolores, la causa fue la pandemia por coronavirus, así que una vez que en Ciudad de México se declaró semáforo epidemiológico en color verde, la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, presidió esta ceremonia.
El acto tuvo lugar este 18 de abril, un día después de que se conmemorara el 327 aniversario luctuoso de Sor Juana, ya que falleció un 17 de abril de 1695.
La funcionaria habló de las aportaciones y virtudes de la escritora, una poeta que le tocó vivir en una época en la que la mujer no tenía acceso al conocimiento, pero que decidió “permanecer en el convento de San Jerónimo para poder dedicarse a las letras”.
Sor Juana Inés de la Cruz, indicó, tiene hoy un lugar en esta rotonda, y representa no solo su reconocimiento como poeta y escritora, sino como una de las mejores representantes de las letras de los siglos XVII y XVIII, así como de la actualidad.
“Hoy develamos en este emblemático lugar el cenotafio en memoria de una extraordinaria mujer, símbolo hasta nuestros días de una mujer, que desde diferentes formas demostró sus virtudes como poeta, escritora y dramaturga, en un mundo terriblemente conservador que negaba a las mujeres el derecho de estudiar y florecer, mujer valiente que desde niña defendió su lectura, su escritura y su derecho a la educación”.
En el acto protocolario la Jefa de Gobierno estuvo acompañada de algunos funcionarios, entre ellos Alejandra Frausto, secretaría de Cultura federal, además de Olga Sánchez Cordero, presidenta de la Mesa directiva del Senado de la República, así como de la niña Camila Juárez, de los semilleros de Tlaxcala, que recitó uno de los villancicos de Sor Juana.
Homenaje “a la más grande escritora”
En el acto se recordó que Sor Juana creció en la Nueva España en el siglo XVII, 127 años después de la caída de Tenochtitlan, de las grandes epidemias, hambrunas y masacres, en una sociedad caracterizada por la Inquisición, las castas, y el dominio de España y de la Iglesia. Durante la ceremonia, Alejandra Frausto, secretaria de Cultura federal, dio lectura a la semblanza de Juana Inés de Asbaje y Ramírez de Santillana, recordando su aportación en los ámbitos del arte y la cultura, y dijo que con este monumento se honra a nivel nacional “a la más grande escritora que hemos tenido, a la gran voz de un continente, durante tres siglos de dominación”.
caov