Francisco Villa, el caudillo que durante sus hazañas bélicas despertó gran revuelo al interior y al exterior del país, sedujo incluso a Hollywood, que se interesó en esta figura hasta convertirla en una de las más famosas dentro de la cinematografía estadunidense, y a pesar de que no es la más representada, como Morelos e Hidalgo, sí es la más controvertida.
Doroteo Arango, quien cambió su nombre a Francisco Villa, el revolucionario alrededor del cual se han construido infinidad de mitos por su enigmática personalidad, fascinó a los cineastas, quienes se aventuraron a dar su versión del general, del jefe de la División del Norte.
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En diversos filmes, gracias a los cuales se construyó el mito, se le ha visto como un Pancho Villa malvado; en la película ¡Vámonos con Pancho Villa!, de Fernando de Fuentes, referente de la cinematografía mexicana, se presenta como un personaje siniestro; pero en otras cintas de la época de oro del cine mexicano y posteriores se revela a Villa como el héroe, el líder de los campesinos, que como una especie de Robin Hood, asaltaba la gente rica para darles a los pobres. De esa visión de Villa como héroe es muy famosa la película de Ismael Rodríguez Así era Pancho Villa, con Pedro Armendáriz.
Esas dos películas han contribuido a que la imagen de Villa sea controversial: en una se ve siniestro y en la otra se la aprecia como un héroe popular, sostiene Felipe Mera Reyes, doctor en historia y catedrático en la historia del cine mexicano.
Filme restaurado
El experto participará en la proyección de la película ¡Vámonos con Pancho Villa!, de 1936, restaurada por la Filmoteca de la UNAM y con la que se conmemorará el centenario del fallecimiento del Centauro del Norte, el 20 de julio a las 22:00 horas y el 23 de julio a las 15:00 horas por TV UNAM.
El posdoctorante del Departamento de Filosofía de la Universidad de Guanajuato y catedrático de asignatura en la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo hablará del final alternativo que propuso Fernando de Fuentes, quien contó con la colaboración del poeta Xavier Villaurrutia, para mostrar la faceta más cruel de Pancho Villa, y en la que se le ve como un asesino y traicionero, pero como esa escena no resultó del gusto del gobierno, fue censurada.
“Esta película de Fernando de Fuentes, a mí como historiador, me parece muy buena porque reflexiona críticamente en torno a la crueldad de la Revolución mexicana, es la que tiene muchos elementos que permiten una discusión notable, porque en esa película parece Villa despojado de esa aura de héroe, se muestra a un Villa de carne y hueso, a un Villa incluso con miedo”.
Villa que atrajo a Hollywood
El general Francisco Villa, el bandolero, el revolucionario, el hombre que era un gran estratega y ya toda una leyenda, despertó en Hollywood el deseo de llevarlo a la pantalla grande, sostiene Felipe Mera Reyes, doctor en historia y especialista en cine.
“Durante la Revolución mexicana, en 1914, llegó una compañía estadunidense para proponerle que dejara que se filmara de manera exclusiva en sus batallas para, a partir de ese material, hacer la película The Life of General Villa, y le ofrecieron 25 mil dólares, y como estaban en guerra, necesitaba ese dinero para la compra de armas. Villa aceptó y firmó un contrato con la Mutual Film Corporation, grabaron mucho material pero se perdió, de ahí la importancia del documental Los rollos perdidos de Pancho Villa, de Gregorio Rocha, sobre esa cinta desaparecida, que realizó tras encontrar 15 rollos en la Biblioteca del Congreso en Washington D.C, con imágenes del revolucionario grabadas por una productora estadunidense”, explica el experto.
Mera afirma que a los estadunidenses les llamaba mucho la atención la Revolución mexicana por ser el primer acontecimiento bélico del siglo XX, y ocurrió mucho antes que la revolución Rusa y antes que la primera Guerra Mundial: era la primera revuelta de tal magnitud y el cine era una nueva tecnología que podía captar la realidad.
PCL