El director del Museo Nacional de Antropología (MNA), Antonio Saborit, asegura que la fuente del Paraguas, emblema de este recinto, está “en magnífico estado”, debido a que el año pasado fue sometida a un mantenimiento integral, incluida su impermeabilización y, por primera vez en más de medio siglo, su limpieza.
“El Paraguas recibe cada cinco años mantenimiento en su base y en sus 80 tensores, esos cables que sostienen la gran estructura y que están cubiertos por un material que ayuda a que estén en óptimas condiciones; se ajustan los tornillos, se pintan los tensores y se cambia lo que se haya que cambiar”.
Saborit indica que ese proceso, que consistió en la limpieza del interior del bastidor del Paraguas y su impermeabilización, estuvo precedido de estudios y de discusiones con especialistas, formándose dos comités.
“Al concluir el trabajo en el interior del bastidor se procedió a limpiar la superficie del Paraguas, así como del propio fuste. En el pasado 2018 se le dio mantenimiento quinquenal, como se hizo también en 2013”.
El titular del MNA señala que, después de los sismos de 2017, el Paraguas y sus tensores fueron revisados por especialistas, y su diagnóstico fue que estaban en buen estado. Tanto el recinto —que resguarda más de 140 piezas en dos bodegas y en su bóveda y expone en sus salas alrededor de 16 mil piezas etnográficas y arqueológicas— como el Paraguas se encontraban seguros.
“Hay una anécdota que se cuenta, y es que después de cada sismo el arquitecto que diseñó el MNA, Pedro Ramírez Vázquez, el primer lugar que visitaba era el Museo Nacional de Antropología. Él decía: ‘Si no resistía el Paraguas, no resistía Ciudad de México’. De ese tamaño es la cimentación y su estructura”.
Uno de los elementos arquitectónicos más llamativos del museo es, después del vestíbulo, esta fuente —Paraguas— que cubre a los visitantes de los rayos del sol.
PROCESO
El diagnóstico que publicó MILENIO sobre la urgencia de impermeabilizar el MNA para evitar un colapso salió de la Coordinación Nacional de Obras y no de la dirección del museo. La petición, por 25 millones de pesos, fue entregada a la Secretaría de Hacienda.
Saborit agrega: “Lo que dijimos en su momento fue que dentro de poco la membrana que cubría el techo del museo daría de sí, que habría de anticiparnos a su colapso, pero al colapso de la membrana, que habría que cambiarla y trabajar en una nueva impermeabilización del museo, ya que esa membrana se colocó en 2004 y su tiempo de vida era de 10 años”.
Saborit confirma que “no está en riesgo de colapsar el techo del Museo Nacional de Antropología”. Sobre la segunda etapa de los trabajos de impermeabilización, que contempla cubrir 12 mil 453 metros cuadrados de los 23 mil 750 metros de azotea del MNA, dice que ya se tienen los recursos solicitados pero hay un proceso ante Hacienda para abrir un concurso y licitar la obra.
Con esos recursos quitarán las capas de impermeabilización, que en conjunto sumaban unos cinco centímetros de espesor y que actuaban como una esponja en la azotea del MNA, ya que en época de lluvias absorbían agua, ocasionando goteras y filtraciones.
En ese sentido, saldrá el concurso para poder seguir con la impermeabilización del resto del edificio de gobierno, la biblioteca y otras salas de museo, trabajos que se espera concluyan en el verano.
LAS CLAVES
MANTENIMIENTO
Desde el 12 de agosto de 1982 se reportan trabajos de mantenimiento en el Museo Nacional de Antropología.
REPORTE
Las labores, realizadas por un despacho de ingenieros, eran reportadas a Pedro Ramírez Vázquez.
RIESGOS
De acuerdo con un escrito, del cual MILENIO tiene copia, podría existir fallo por sismo, granizada o viento.