Un poeta muere cuando se deja de leer su obra, y a Juan Jesús Aguilar le quedan muchísimos años, clama Baudelio Camarillo en el escenario, justo al pie de la imagen del poeta mirando al horizonte en la playa.
En las manos de Taller Siete quedó el homenaje al escritor e historiador tampiqueño, el recuerdo del colectivo al que Juan Jesús les puso risas y canciones, incluso les dedicó letras.
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“Esto no es para mantenerlo vivo o vigente, esto muestra que él nos mantiene vivos y vigentes a nosotras” comenta la escritora Martha Izaguirre, miembro del colectivo y actual secretaria de Cultura en Tampico.
La noche en honor al intelectual tamaulipeco inició con su voz profunda en el audio ambiente, de su libro Feracidad del Trópico, que le mereció el premio estatal de poesía Juan B. Tijerina.
Camarillo, quien fuera parte de la terna que decidió otorgarle ese premio junto a Gloria Gómez y Arturo Castillo Alva, recuerda que la honestidad, el ritmo y la cadencia de los escritos, y la increíble gama de temas que aborda, fueron decisivos para determinar no solo un premio, sino el estilo que lo llevaría a ser uno de los más representativos en el estado.
Laura Olivia Hernández moderando y recordando el legado anécdotas y la personalidad del literato, Ana Luisa Verduzco leyendo sus poemas, incluso en una parte, pedazos aun inconclusos pero tan íntimos como su amor propio de la dualidad heredada, y Baudelio resaltando las virtudes de “su hermano” en medio de poesías al aire y metáforas sobre el amor en todas sus formas.
ELGH