Rivelino enfrenta la militarización del mundo

Con 10 mil soldados de juguete el artista mexicano hace una reflexión sobre la violencia que significa la presencia desmedida de los cuerpos castrenses.

También hay una alegoría de la guerra contra el narcotráfico.
México /

Dibuja apoyado por 10 mil soldados de juguete; lo hace en los pisos, paredes, techos y ventanas de una casa en construcción. Rivelino (San José de Gracia, Jalisco, México, 1973), recurre a este recurso lúdico para tratar una cruda realidad que se ha vuelto cotidiana: la militarización de México y del mundo.

Su instalación efímera (solo se podrá apreciar mañana y el domingo) en un inmueble de tres pisos, en plena construcción, en Cuernavaca número 62, colonia Condesa, se inscribe en un proyecto artístico que lanzan cuatro arquitectos, denominado Obra en obra, que consiste en que una decena de artistas intervengan la casa con la finalidad de que la arquitectura dialogue con las instalaciones de los creadores visuales.

Rivelino es el último de los creadores en intervenir esta casa, con un concepto artístico que invita a la reflexión a través de una propuesta estética fuera de lo común: ¿El ejército de quién?, en la que el escultor reflexiona sobre la militarización del mundo.

Con los diminutos soldados realiza la silueta de un mapa de la República, pero también delinea las ubicaciones geográficas en que las que registran serios conflictos armados: la franja de Gaza, en Israel, Siria y la frontera entre Rusia y Ucrania.

Utilizó soldados de juguete pintados de dorado, y con ellos fue dibujando los litorales de algunos países, así como fronteras entre algunas de las naciones que enfrentan conflictos bélicos o invasiones.

Pensó en insertar al espectador en la realidad "que se vive no solo en nuestro país, sino a escala internacional. Estamos en una sociedad cada vez más militarizada y donde poco a poco se empieza hacer cotidiana la presencia de militares en todas las partes del mundo".

Estado de sitio

La realidad violenta que envuelve a México se respira todos los días, dice Rivelino: basta con salir a las calles en distintos lugares de la República para ver cómo el Ejército, armado, recorre las calles, lo cual es ya una imagen cotidiana para los mexicanos.

Impactado por las noticias de entidades como Guerrero, Sinaloa y Michoacán, y luego de constatar cómo es que "Acapulco se encuentra en estado de sitio, debido a que cada cien metros ves soldados con sus armas largas custodiando la seguridad de la población, decidí reflexionar sobre esta realidad".

En una recámara de la casa intervenida, Rivelino realizó una pequeña instalación donde dibuja con sus soldados Guerrero, y señala en ese mapa la ubicación de Ayotzinapa, por la desaparición de los 43 normalistas; reproduce con soldaditos las líneas periciales que se hacen en el piso para indicar la posición de las víctimas por homicidio.

En otra de las habitaciones el artista recrea la guerra del narcotráfico: recurre al yeso para simular la textura y el color de la cocaína, cuya comercialización ha causado tantas muertes.

"Aquí coloqué a un gran número de soldados custodiando ese yeso que aparenta una especie de montaña, y a otro contingente se le ve tratando de invadirlos. En realidad es una alegoría del negocio de las drogas: las imágenes son muy claras, por eso esta instalación en su conjunto puede ser entendida por cualquier persona en el mundo", explica.

La situación que se vive en Oaxaca también es objeto de interés de Rivelino, quien incluso le dedica un apartado especial en su instalación en la casa de Cuernavaca 62. Lo ocurrido en Nochixtlán con las fuerzas armadas y los maestros inconformes, donde hasta muertos hubo, para el artista fue motivo de una reflexión a nivel estético.

"Hice una instalación donde los libros de texto de Ética y Civismo, Matemáticas e Historia, con la emblemática imagen de la patria, son rodeados por camiones militares y prácticamente invadidos por un numerosos grupo de soldados. Vimos como en Oaxaca nadie sabe de dónde salieron los disparos y quien los emitió, actos policiacos llenos de violencia", detalla Rivelino.

Esta instalación efímera se puede visitar el sábado a partir de las 13:00 y hasta las 18:00, mientras que el domingo el horario será de 13:00 a 16:00.

El arquitecto Fernando Tapia recuerda que en el proyecto Obra en obra han participado los artistas Luis Felipe Ortega, Laureana Toledo, Javier Areán, Fernando Palomar, Perla Krauze, Héctor Falcón, Gonzalo Lebrija, Enrique Rosas y Tom Chamberlain.

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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