El flautista, Rubén Ramírez Alejandre, es originario de Poza Rica, Veracruz y cuenta con estudios musicales en la Universidad Veracruzana, un especialista y apasionado de la flauta transversal que forma parte de la Camerata de Coahuila desde inicios de 2022 como flautista principal.
Adentrarse a la música fue un gusto personal, tan personal como describe a su instrumento. Resalta la fusión necesaria entre la flauta y el músico, ya que la resonancia se emite desde el interior, con la capacidad de controlar el nivel del sonido y jugar con sus posibilidades de color.
“La flauta transversal es un instrumento con un sonido muy cercano al canto humano, inclusive hay cuestiones técnicas de respiración que son compartidas. La flauta no tiene una caja de resonancia, ni piezas especiales como una campana en un clarinete, la resonancia la hace el músico con su cuerpo, impostando el sonido y cambiando los colores”.
Para Ramírez Alejandre, tocar la flauta transversal es como estar cantando pero con un extra técnico, es una oportunidad de cantar a otro nivel sonoro. “Hay cosas que se pueden hacer con la flauta que un cantante no podría hacer con su voz”.
Gusto temprano
En su adolescencia empezó a empaparse de la música académica y a conocer su complejidad, ya detectaba el sonido de la flauta en las obras y disfrutaba los solos que se presentaba. En cuanto pudo, adquirió su primera flauta transversal y un año después tomaría la firme decisión de conocerla a fondo mediante el estudio.
Rubén Ramírez estudió un total de 16 semestres en la Universidad Veracruzana; ocho años de los cuales, dos fueron de iniciación, dos de preparatorio y cuatro de licenciatura, que forjaron en Rubén una estructura técnica que lo ha llevado a incursionar en diferentes orquestas, la mayoría sinfónicas.
“En este tipo de música no solo se trata de tocar, la música de orquesta requiere algo más que hacer sonar un instrumento, por eso le llamo música académica, hay que investigar, estudiar, formar un estilo y tener la experiencia de tocar en diferentes orquestas”.
Como pasatiempo disfruta de todo lo que tenga que ver con los sistemas y la tecnología, incluso, estudiar una carrera relaciona da con los sistemas computacionales estaría en sus planes en caso de que la música no lo hubiera atrapado con tal fuerza. Ramírez Alejandre es ganador del primero y segundo lugar de los únicos dos concursos nacionales de flauta en México, “Rubén Islas” en 2011 y el “Gildardo Mojica’’ en 2014.
Entre sus referentes de la flauta está Emmanuel Pahud, de la Orquesta Filarmónica de Berlín, pero también lo son algunos exponentes de calidad internacional con los que tuvo la oportunidad de tomar clases magistrales como con Patríck Gallois o Mario Caroli.
Al recibir la invitación de audicionar para el puesto de flauta transversal principal, no dudó en presentar una propuesta que alcanzó para quedarse con la responsabilidad de poner el tono de un instrumento que se puede vestir de madera o hasta metales preciosos como la plata o el oro que llegan a influir en su sonido.
Previo a su llegada a la Camerata de Coahuila había prestado su calidad en la agrupaciones como la Orquesta Nacional de Flautas de México, la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato, la Orquesta Sinfónica de Xalapa, la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México y la Orquesta Sinfónica de Jalisco.
Desde entonces ya reconocía la calidad de esta orquesta coahuilense, en la cual se presentó como solista el pasado mes de marzo en el VI concierto de la temporada al interpretar el Concierto para Flauta en Re Mayor de Wolfgang Amadeus Mozart, con una actuación sobresaliente en el majestuoso Teatro Isauro Martínez de Torreón.
EGO