Ciudad de México es un espacio donde convergen elementos prehispánicos y contemporáneos, donde se pueden encontrar volcanes, lagos, pirámides —consumidas por construcciones habitacionales— y monumentos históricos edificados a lo largo de los años, información que fue captada y analizada por la lente de Santiago Arau, el fotógrafo reconocido por sus imágenes con drones.
Patrimonio es la investigación y proyecto del también cineasta mexicano, concebido para ser desarrollado a través de una exposición que actualmente está en el Museo Nacional de Arquitectura, en el tercer piso de Palacio de Bellas Artes, además de abundar en un libro de 400 páginas y de unas 200 fotografías tomadas entre 2015 y 2023, obra que presentará formalmente en la Feria del Libro de Guadalajara.
En entrevista con MILENIO, Santiago Arau conversa sobre el proceso creativo de su segunda obra; además, adelanta en exclusiva que próximamente (fecha por anunciar) inaugurará otra exposición de Patrimonio en Canon Academy, espacio en el que exhibirá otras imágenes de su recorrido por la Ciudad de México.
En el interior y la portada de Patrimonio está presente la figura de Quetzalcóatl, ¿quién encontró a quién?
No sé si yo encontré a Quetzalcóatl o él me encontró a mí, o de cierta manera: ¿por qué está puesto en el libro? Porque sí es una figura que está en realidad por todos lados, en la historia que estoy contando; entonces, recuerdo un día que estábamos en Teotihuacan y estaba fotografiando justo el Templo de Quetzalcóatl, justo sentí esta presencia, cuando estaba tomando la fotografía, donde tiene los ojos de obsidiana. Ahí sentí la presencia de esta figura, que es parte importante porque la he estado viendo por todos lados. Hablando de patrimonio y de capas en el proyecto del Valle de México, está presente en los capítulos que estoy contando, lo veo en los murales del siglo XX, en los grafitis del siglo XXI, en la presencia del siglo XIX, en el XVII, en la pirámides y en todos lados, además de que es el dios creador de los seres humanos y de nuestro universo.
¿Se vive diferente Ciudad de México desde las alturas?
Sí, definitivamente para entender un poquito en dónde estamos parados y por eso la fotografía es muy importante, porque hace que tengamos un contexto de dónde estamos. La fotografía aérea, el dron, tiene este poder de darnos un contexto y de darnos una proporción de tamaño y de ciertos ángulos que no estamos acostumbrados a ver, y a partir de la fotografía aérea puede contar cómo se ven los lagos del Valle de México, cómo se ve el Lago de Texcoco, el de Chalco, el de Xochimilco.
La fotografía aérea tiene la bondad de ser un arte casi realista, que interpreta la realidad de forma cercana. Entender la Ciudad de México, sí totalmente me cambia porque puedo ver los volcanes, el tamaño de la mancha urbana, el estado de los lagos, las pirámides que están inmersas y escondidas en la ciudad y elementos que sin el dron tal vez sería muy difícil de llegar, como en la punta de la cúpula de Bellas Artes, donde puedo ver con el dron que hasta arriba hay una serpiente que tiene colmillos y que parece que está mordiendo al cielo.
En el libro haces referencia que la investigación cambió tu forma de ver la relación de la gente y los volcanes, ¿qué descubriste?
Una relación totalmente perdida entre el espacio y los seres humanos. Hubo una relación con el espacio geográfico pero en los últimos años se ha ido perdiendo, a tal grado que los habitantes no conocemos que estamos rodeados de volcanes, o por los menos yo no conocía; cuando era niño me decían: ahí está el Popo y el Izta, pero yo no sabía que el Ajusco era un volcán. También hay imágenes de las pirámides de Tenayuca, y no había conocido este lugar. Los habitantes de la ciudad hemos perdido esta sorpresa debido a que vivimos en un bloque de concreto y que estamos enfocados en otras cosas.
¿Qué fue lo que más te impresionó?
Me voló la cabeza el ver los elementos geográficos y también arquitectónicos del patrimonio que no conocía: volar desde arriba y poder ver el cráter de Xico, que está ahí en Chalco y ver como si un asteroide se hubiera impactado ahí, a mitad del territorio; me impacta conocer los lugares y vivirlos y tener esta intimidad con la naturaleza y los espacios.
¿Cómo describirías entonces el patrimonio de CdMx?
El patrimonio de Ciudad de México yo digo que está en peligro de extinción. Considero que está herido, que la geografía está herida. Hablamos de los primeros capítulos, de los volcanes, que no los conocemos y que están siendo explotados por actividades mineras en muchos casos, o por actividades de tala indiscriminada; es impresionante ver desde el aire volcanes que en unos años van a desaparecer, como desaparecieron los glaciares del Iztaccíhuatl o del Popocatépetl por el calentamiento global. Hay montañas que no existen, que nadie se dio cuenta y que pasó desapercibido, y lo mismo pasó con los lagos.
Patrimonio sigue su transformación y se exhibirán otras imágenes.
Estaré en Canon Academy con una exposición y dando talleres en el proyecto Canon Art Collection, ahí se exhibirán otras imágenes que no están colgadas en Bellas Artes, en donde se han presentado 30 mil personas para recorrer la exposición, que es como si hubiera llenado tres auditorios nacionales.
Y además
Miradas a través del tiempo
El primer libro de Santiago Arau fue Territorios, después vino Patrimonio, obra que no se ha presentado formalmente, aunque en su mente ya rondan otros proyectos: “Por el momento quiero enfocarme en darle el tiempo necesario a Patrimonio, para poder mostrarlo, digerirlo y compartirlo, pero en un par de años seguramente sacaré otros; dentro de las temáticas está como un libro-guía de los volcanes de la Cuenca del Valle de México o adentrarme en el patrimonio del mundo maya, que no incluya solo a México sino a países como Guatemala, Honduras y El Salvador. Hay varios proyectos pero hay que parar un poquito para saber concretarlos”.