En la bóveda especial del Archivo General de la Nación (AGN) se resguarda uno de los documentos fundamentales de la historia de México: Sentimientos de la Nación, de José María Morelos y Pavón (Valladolid, hoy Morelia, 1765–San Cristóbal Ecatepec,1815).
Fue entregado en 1982 por el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas, luego de que durante décadas permaneció en poder de su familia tras serle obsequiado a su padre, el general Lázaro Cárdenas, dice a MILENIO Alejandro de Ávila, historiador del Departamento de Actividades Educativas del AGN.
El especialista refiere que una noche antes de sesionar el Congreso de Chilpancingo, el estratega le dictó su ideario político y social a Andrés Quintana Roo en Sentimientos de la Nación. “Morelos expresó lo que le iba diciendo su corazón, Quintana Roo escribió y, al finalizar el documento, dijo que no tuvo que cambiarle ni una coma. Más adelante, sería corregido por los integrantes del Congreso de Chilpancingo”.
Después de la firma del documento, fechado en Chilpancingo el 14 de septiembre de 1813, le añadieron el artículo 23, el cual establece: “Que igualmente se solemnice el día 16 de septiembre, todos los años, como el día aniversario en el que se levantó la voz de la Independencia”.
Peregrinar
Cuando Morelos fue emboscado en su campamento por las tropas realistas en el rancho de Las Ánimas en Tlacotepec, el 24 de febrero de 1814, logró escapar, pero los españoles decomisaron su archivo, la imprenta, su casaca y hasta un retrato que le habían hecho.
“Los documentos se entregaron al virrey, Félix María Calleja, quien ordenó a su secretario, Patricio Humana, que los encuadernara e hiciera varias copias para enviarlas a Europa. Hizo cinco cuadernillos y en el segundo reunió 17 documentos, entre ellos Sentimientos de la Nación”.
Los papeles fueron resguardados en el archivo del virreinato, y al consumarse la Independencia pasaron a manos del Archivo General y Público de la Nación, como parte de las causas seguidas contra Ignacio López Rayón.
“En el siglo XIX, Ignacio Rayón hijo trabajó como director del Archivo. Al estar escribiendo la historia de su padre encontró en esos cuadernillos la correspondencia que había sostenido su padre con Morelos. Hubo un texto que le causó conflicto, porque Rayón le escribía a Morelos que no estaba de acuerdo que el Acta de Independencia estableciera una república, debido a que Rayón era un fiel partidario de sostener el imperio a favor de Fernando VII. Pensó que ese documento podría desprestigiar a su padre, por lo que decidió, según se dice, desaparecerlo”, afirma el historiador.
En el siglo XX uno de sus descendientes lo vendió a Luis Chávez Orozco, quien se lo regaló al entonces presidente de México, Lázaro Cárdenas, quien lo tuvo bajo su resguardo.
Propósitos del movimiento insurgente
Carlos Herrejón Peredo, historiador de El Colegio de Michoacán, dice que el documento “representa el término de una etapa y al mismo tiempo el inicio de otra en la empresa de definir, desde el caudillaje de Morelos y de manera concisa, los propósitos y el programa del movimiento insurgente, así como del nuevo Estado nación que pretendía gestarse. Los Sentimientos de la Nación recapitulan, corrigen y reformulan propuestas y declaraciones principalmente de Hidalgo, de Rayón y de las Cortes de Cádiz, así como del propio Morelos, quien incorpora por primera vez reclamos del pueblo percibidos por él a lo largo de su vida y no considerados hasta entonces.