Sí, mi trabajo escandaliza, no trabajo a la expectativa: Magid

La exhibición montada en el MUAC incluye un anillo vacío, donde se colocará un diamante hecho con las cenizas de la propia Magid después de su muerte, de acuerdo con el contrato que firmó en 2005.

“No me es posible saber qué es lo que Barragán opinaría sobre este trabajo, lo único que sé es que es un homenaje muy respetuoso": Magid
Ciudad de México /

Jill Magid —la artista neoyorquina que convirtió parte de las cenizas del arquitecto Luis Barragán en un diamante— dijo sentirse satisfecha con su exposición Una carta siempre llega a su destino. Los Archivos Barragán. Está consciente de que las propuestas nuevas pueden escandalizar, o bien, invitar a la reflexión.

“No me es posible saber qué es lo que Barragán opinaría sobre este trabajo, lo único que sé es que es un homenaje muy respetuoso, además no soy una artista que trabaje a partir de la expectativa que mi obra pueda generar”, aseguró. Su exposición se inaugura hoy en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo (MUAC) y estará ahí hasta el .

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[OBJECT]Magid no contempla la destrucción de esta joya para convertirla nuevamente en cenizas y regresarlas a la urna de donde fueron extraídas, tal y como lo exigen algunos herederos e intelectuales. A pregunta expresa de MILENIO afirma que destruir su obra representaría un hecho de censura.

“En un principio esa propuesta me pareció una propuesta interesante porque parece como si quisieran colaborar con el proyecto artístico, pero al mismo tiempo ese planteamiento implica la censura de mi obra y me parece que esa no es una forma de colaborar y contribuir a la discusión”.

Frente al sentimiento de enojo por lo que algunos consideran una “profanación”, ella dijo desconocer el significado que tienen los muertos para los mexicanos y que nunca nadie, ni la familia, le advirtió que esa acción artística podría generar tantas críticas, por lo que invitó a sus detractores a que acudan al museo a ver su obra.

Se desligó de la responsabilidad de no contar con la aprobación de la totalidad de la familia Barragán, pues aseguró haber platicado con al menos 20 de sus integrantes, los cuales estuvieron de acuerdo y avalaron La propuesta.

“El verdadero valor de mi producción —agrega Magid— radica en las conversaciones con la familia del arquitecto, las discusiones con los curadores, las horas de trabajo invertidas, todo eso no se puede reducir a una cifra o al monto estipulado en un cheque”, dijo.

Aclaró que no se tiene considerado comercializar con La propuesta —nombre que dio a la obra en la que incluyó el diamante— porque fue realizado con el fin de ofrecer un intercambio a Federica Zanco, directora de la Fundación Barragán en Basilea, Suiza, para que, a manera de trueque, regrese a México el archivo del ganador del premio Pritzker.

El éxito o fracaso de su propuesta es algo que no le preocupa, dijo, porque aunque hasta el momento Federica Zanco no ha dado una respuesta favorable a su propuesta, aseguró que “tiene toda una vida para responder a su oferta”.

En su exposición existe una vitrina reservada para que se exhiba el documento si en algún momento Zanco acepta realizar el intercambio.

Al iniciar el recorrido por la muestra se observa un Autorretrato pendiente, título que ostenta un anillo vacío, al cual le será montado un diamante de un quilate elaborado con las cenizas de la propia Jill Magid cuando muera, como lo estipula el contrato que la artista firmó con una empresa en 2005.

La primera vez de Magid con Barragán

“Tuve la fortuna de realizar una visita guiada completamente a solas por la casa que habitó en la Ciudad de México —recordó Magid—, y desde que entré despertó mi asombro. Mi primera impresión fue querer quedarme a escribir en ese lugar, porque en ese primer momento no existía la idea de crear una obra, eso ocurrió después”.

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La esencia de Barragán en esa casa la persiguió durante mucho tiempo, pero no fue hasta que escuchó noticias de cómo se maneja la herencia de un artista que surgió la idea de crear una pieza a partir del legado del arquitecto.

“Luis Barragán fue un arquitecto, artista y poeta, así que desde que comencé conversaciones con la familia para crear la obra siempre tuve presente la importancia que el propio Barragán le daba al arte, a la belleza, por ello el trabajo que realicé sobre su legado lo hice con el mayor respeto”, apuntó.

La exposición está integrada por 41 piezas, entre ellas La propuesta, así como cartas y documentos legales en torno al proceso creativo de Magid.


ASS

  • Leticia Sánchez Medel
  • letymedel@yahoo.com.mx
  • Reportera cultural, cursó la maestría en Periodismo Político, es autora de tres libros sobre la historia inédita del Cervantino.

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