En 1976, militares arrestaron y sacaron a Alberto Díaz de Siglo XXI Editores en Argentina, después él salió de su país y se refugió en Colombia y en México.
Veinticuatro años después, su hijo Carlos E. Díaz abrió una vez más la editorial en Argentina pues durante años escuchó el amor que su padre le tenía al sello y dice que le contagió su pasión librera.
El editor de 49 años de edad hoy es director general de Siglo XXI Editores (México, España y Argentina) y dice que llegará una nueva etapa para el sello fundado por Arnaldo Orfila y otros intelectuales latinoamericanos.
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Actualmente el empresario argentino Hugo Sigman es el accionista mayoritario de Siglo XXI Editores México, pero también hay varios accionistas mexicanos.
Muchos autores celebran los cambios ante el retiro de Jaime Labastida y otros problemas que casi acaban con la mítica editorial fundada en 1965. Además, Juan Villoro, Jorge Volpi y Joaquín Díez-Canedo Flores se integran al consejo editorial.
¿Es una nueva etapa para Siglo XXI México?
Hubo cambios muy profundos y empezó una nueva etapa, no en un sentido refundacional de empezar de cero, al contrario. Lo que quiero es retomar lo mejor de la historia de Siglo XXI. En México necesitamos modernizar la editorial, que es muy normal, como le puede pasar a un periódico o a un restaurante que, después de muchas décadas de historia, puede ser que envejezca un poco y necesite recalibrar, hacer algunos ajustes, y esa es una de las cosas que ya estamos haciendo y se comienza a ver el resultado.
Recientemente, la editorial llegó a un acuerdo para adquirir Siglo XXI España, que desde 1998 había seguido su propio camino. Actualmente, Hugo Sigman y Silvia Gold, empresarios con trayectoria en el mundo de la cultura (en la editorial Clave Intelectual, Le Monde Diplomatique, la productora de cine KyS), se convirtieron en accionistas mayoritarios de Siglo XXI México. José Natanson, director de Le Monde diplomatique, quedó a cargo del área editorial de sus empresas.
¿Qué estás resolviendo?
Teníamos que resolver el tema de España, funcionamos como empresas separadas y nos generaba un montón de problemas legales y de negocios porque para desarrollar nuestro sello en España no podíamos hacerlo con el nombre Siglo XXI y teníamos que buscar estrategias para el tema. Por eso una de las primeras cosas que tenía que hacer era resolver ese asunto y lo conseguimos. Despejamos todos los problemas que había en el horizonte y ahora nos toca enfocarnos en el trabajo y revisar el catálogo con alrededor de mil 200 títulos.
¿Cuáles son tus planes?
Tenemos que hacer libros muy bien, armar un catálogo poderoso, venderlo bien en México y fuera, hacer buena difusión, pagarle a los autores a tiempo, etcétera. Somos Siglo XXI, tenemos una historia gloriosa sobre nuestras espaldas y tenemos que honrarla y está bien que aspiremos a que lo mejor de la intelectualidad progresista con pensamiento crítico sienta que Siglo XXI es su casa, queremos recuperar ese lugar. Es ambicioso, nos llevará algo de tiempo, pero me parece que estamos en condiciones de hacerlo.
¿Por qué tomar el reto de Siglo XXI Editores?
Cuando yo nací, mi padre trabajaba en Siglo XXI en Argentina. En el golpe de Estado fue el ejército a buscarlo a las oficinas, se lo llevaron y cuando lo liberan después de dos meses, cierra la editorial y nos vamos a Colombia. Para él la historia de Siglo XXI es gloriosa. Después mis papás se exiliaron a México, yo crecí aquí. Mis tíos trabajaron en la editorial y, bueno, siempre ha estado presente en mi vida, corre por la sangre de mis venas. Tengo un compromiso afectivo con su historia y mi padre está muy contento con todo esto.
¿Qué cambios has estado haciendo?
Dotar a la editorial de un proyecto claro que, tal vez, no tenía en el último momento. Lo que venimos a reivindicar es justamente una editorial ideológica, de calidad, una editorial que apuesta a construir un catálogo, Creo que, frente a un panorama tan mercantilizado, una editorial con las características del Siglo XXI, tiene mucha chance de éxito, dependerá de nosotros que podamos lograrlo, pero nuestro análisis es que tenemos una gran oportunidad.
¿Cuáles son las características de la editorial?
Hacer libros de calidad y cuidarlos, tenemos un gran equipo editorial y trabajamos los libros muy a conciencia y los defendemos. Hacemos un trabajo de largo aliento de promoción.
¿Qué cambios has hecho?
Creo que todo lo que sucede son señales de que la editorial está volviendo a enamorar. La idea es dar pasos firmes, esperamos sean rápidos, ir a buen ritmo, que se noten los cambios, y estamos haciendo lo que no se hizo durante muchos años. Creo que la editorial está volviendo a enamorar. Además hay una estrategia fuerte en el libro digital, el feminismo va tener una presencia mayor en el catálogo, ambientalismo, ecología y se lanzará una serie de libros para niños y jóvenes.
¿Tienes en mente abrir otro espacio en la editorial?
Nosotros nos dedicamos al negocio editorial. Sí, tenemos nuestra librería y nuestro foro cultural que estamos revitalizando y estamos muy contentos, pero por ahora nos vamos a concentrar en la publicación de libros y en atraer lectores a nuestro espacio, que cada vez está quedando mejor.
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